viernes, 26 de junio de 2020

Oscar 1950 (II): El crepúsculo de los dioses

Oscar mejor banda sonora de una película drámatica o comedia.

Billy Wilder es sin duda uno de los mejores directores de la historia del cine sin duda, pero yo añadiría que es el mejor guionista de la historia del cine, con permiso de un tal Joseph L. Mankiewicz. Ambos competían por el Oscar en 1950 con Eva al desnudo (la ganadora)y El crepúsculo de los dioses, muy difícil decidir entre las dos, merecían el premio ambas

Y tendemos a decir que Wilder era un maestro en la comedia. Lo era, por supuesto, pero también lo fue del cine negro (Perdición), del drama (Dias sin huella, El gran carnaval) y de una película que no era ni drama ni comedia sino algo intermedio, lo que algunos llaman ahora dramedia como si se hubiese inventado ahora: El apartamento.

Con permiso de las que he nombrado (todas ellas son un prodigio) y no pudiendo considerar El apartamento completamente dramática, El crepúsculo de los dioses me parece su obra maestra no cómica.

Y la más arriesgada formalmente en el arranque. Se ha hablado mucho del atrevimiento de Orson Welles en los primeros minutos de Ciudadano Kane al matarse a sí mismo, o de Hitchcock al matar a su estrella en la primera mitad de Psicosis, pero nos olvidamos que Wilder fue todavía más radical: el mayor atrevimiento de Wilder no es que la cuente un muerto, es que mata al protagonista en la primera escena del filme para convertir el resto de la película en un flashback; Wilder guionista no le tenía miedo a lo que ahora llamamos spoiler ni a que la gente se desinteresase del resto de la historia sabiendo el final, a eso le llamo genialidad.

Y el resto del filme, sublime. Mucho más que la historia de un juguete roto y de su relación con un guionista trepa (otro más en la filmografía de Wilder, no se si llamarlo cínico, pero su filmografía está llena de gente que mataría o vendería a su abuela por un puñado de dólares o 15 minutos de fama; la grandeza del director y guionista encima hace que a muchos les encontramos adorables) y su mayordomo, un homenaje a un cine que se fue y una mirada crítica a la manera en que fue tratado, contando con la gente que lo vivió y/o lo sufrió: Gloria Swanson, Eric von Stroheim, Buster Keaton y Cecil B. de Mille entre otros. Su estructura es  un prodigio, las interpretaciones de los nombrados más el protagonista William Holden son perfectas y la escena final es una de las mejores de la historia del cine, la Santisimia Trinidad de Wilder junto con los de Perdición y Con faldas y a lo loco.

Sublime banda sonora de Franz Waxman. El tema principal puede verse como la danza de los siete velos de la Salomé que quiere interpretar Norma Desmond, el personaje de Gloria Swanson, pero en realidad es un tango (homenaje al de Rodolfo Valentino) siniestro, grotesco y decadente como es Desmond. Una de las mejores bandas sonoras de la historia y muy merecido Oscar para Waxman.

Waxman repetiría Oscar en 1951 con Un lugar en el sol, otra obra maestra. De ella hablaré mañana, el director germanopolaco se convirtió merecidamente en el primer compositor en ganar el Oscar dos años seguidos.

Entre las nominadas, Eva al desnudo (Alfred Newman), El halcón y la flecha (Max Steiner) y Sansón y Dalila (Victor Young)


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