La saga Depredador ha ido de mal en peor tras la muy notable primera entrega de 1987, no daba más de si el bicho o no han sabido cómo hacerlas, pero siguen insistiendo, amenazan con más tras el estreno de la última en streaming.
Depredador 2 es la menos mala. Dirigida por el mediocre Stephen Hopkins (solo tiene una película buena, Los demonios de la noche, probablemente porque tenía a un gran guionista como William Goldman), entretiene, tiene un gran reparto bastante desaprovechado y una notable escena en el metro, pero se enreda en una trama mediocre y en un final interminable y bastante absurdo. Debería haberse quedado la saga ahí, pero no, a alguien le hizo demasiada gracia dos chistecitos del final y cogieron la broma del Alien trofeo para hacer el terrible díptico Alien vs Predator y la pistola de 1715 para hacer la mediocre última entrega (mejor olvidar también los flojos reboots de Robert Rodríguez y Shane Black).
Lo mejor, la banda sonora de Alan Silvestri, sin llegar al nivel de la excelente banda sonora de la primera entrega, es un trabajo muy notable.