Y el otro fallecido es Max Wright. Participó en un buen puñado de célebres películas y series como All that jazz, El eslabón del Niágara, Rojos o Cheers, pero la fama le llegó como el padre de la familia que acoje al peculiar extraterrestre comedor de gatos llamado Alf, era perfecto con su aspecto bonachón para el personaje. Descanse en paz.
Este jueves me he levantado con la triste noticia del fallecimiento de dos excelentes actores secundarios, muy diferentes entre si, y con algunos personajes muy icónicos.
El primero por orden alfabético es Billy Drago, poseedor de una de las miradas más terroríficas que recuerdo en el cine de los últimos 40 años. Nos deja mucha televisión, mucha serie b, mucho filme de Chuck Norris, una perla como el remake de Las colinas tienen ojos, su presencia como uno de los siete "agentes de la ley" de El jinete pálido y sobretodo el inquietante sicario a las órdenes de Al Capone de Los intocables de Elliot Ness, su papel más icónico sin duda. Descanse en paz.
Ha provocado algo más de discusiones que las anteriores (a alguien le he leido en redes que le parece una chorrada montar una trama a partir de la búsqueda de un tenedor; creo que no ha entendido nada de una productora que comenzó con una lámpara y siguió con unos juguetes, una rata, un robot de basura y una casa con globos; siempre han partido de lo más pequeño o "insignificante" para explicar lo más importante), pero Toy story 4 me sigue pareciendo una maravilla, siguen en plena forma.
Ya que una película infantil parta del mito de Frankestein (el nombre de Forky me parece un homenaje, y evidentemente una niña de 5 o 6 años el juguete lo va a crear con algo muy sencillo, no va a hacer virguerías) ya me parece un punto a favor, pero no es el único. Esto no va ya de Andy, sino de cómo tratan a los juguetes los que no son Andy (ver escena motorista), del desprecio al "juguete roto" (léase de muchas maneras) y de la toma de conciencia del juguete y de la capacidad de tomar una decisión personal. Añádase (sin spoilers) un buen puñado de excelentes gags y un buen grupo de excelentes personajes nuevos (Forky, el motorista, la muñeca de la tienda de antigüedades, los dos muñecos de feria, y el resultado es una gran película. Alguno dirá que el final no es tan emotivo como el de la 3 (a mi me parece que es más), puede parecer previsible porque se ve venir, pero es la consecuencia lógica de todo lo ocurrido en la película.
Tiene escenas poscréditos, entre ellas un gag que hace más evidente un homenaje que he comentado antes y un divertido cambio final en el logo de Pixar. Lo que no tiene esta vez es corto antes de la película, llevábamos tantos años acostumbrados a él que se hace raro no verlo.
Los que albergábamos esperanzas con Kong la Isla Calavera de que la saga iba por buen camino, nos hemos dado de bruces con la realidad: Godzilla sigue gafado con su reciente salto a Hollywood, esta es la peor de las tres que desde 1998 se han dedicado al personaje (y mira que la de Roland Emmerich puso el listón bajo).
Que un filme de este tipo trate a los humanos como meras marionetas y tenga diálogos de besugo suele ser habitual, pero es que los guionistas (director incluido, autor de aquella "maravilla" llamada Krampus maldita Navidad, otro inepto que se cree Spielberg porque una película le funciona medianamente en taquilla) han hecho que por su incapacidad Ed Wood parezca Shakespeare, la trama de la película es una imbecilidad supina, la muestra, la cantidad de estupideces que se dicen en los títulos de crédito finales (tienen sorpresa final, pero es tan obvia que casi se puede saltar
Tampoco ayuda que la acción deje mucho que desear. Vale, los efectos especiales de las originales japonesas eran cutres, pero eran mucho más entretenidas y mejor rodadas que este caos de imágenes donde no se ve nada, donde cambian tan rápido de plano que apenas se ven dos hostias bien dadas entre bichos y donde la mayoría de monstruos están tan mal presentados que nos importa un pimiento lo que pase con ellos.
Por todo lo dicho, desastre de película que no ha acabado de funcionar en taquilla. Tendrá continuación (de momento, el enfrentamiento entre Kong y Godzilla parece que está en marcha), pero mucho tendrá que mejorar para tomarla en serio. Lo único salvable, la notable banda sonora de Bear McCreary.
Datos de taquilla en USA el pasado fin de semana (en dólares):
1 Toy story 4: 118 millones (acumulado 118 millones)
2 Muñeco diabólico: 14 millones 55 mil (acumulado 14 millones 55 mil)
3 Aladdin: 12 millones 200 mil (acumulado 287 millones 510 mil)
4 Men in black international: 10 millones 750 mil (acumulado 52 millones 689 mil)
5 Mascotas 2: 10 millones 290 mil (acumulado 117 millones 583 mil)
Alguien podía preveer un duelo en lo más alto entre juguetes, pero uno salió averiado o se estropeó antes de tiempo en lo que a taquilla se refiere.
Muy buena entrada de Toy story 4 a pesar de los peros que le ponen algunos, segundo mejor estreno de la temporada primavera-verano.
Fiasco del remake o reboot (hasta que no la vea no tengo claro que es) de Muñeco diabólico, la mala taquilla y las malas críticas no le auguran buen futuro al relanzamiento de la saga.
Peor todavía le ha ido a lo nuevo de Luc Besson. Anna no ha entrado ni en el top 10, y conociendo al director francés, no creo que sea una película barata.
Dentro de la moda y/o plaga de biopics actuales, Tolkien es otro más, y no de lo más destacados. Demasiado blanco (pasa olímpicamente de los aspectos más oscuros de Tolkien al no contar su historia completa, sus simpatías por Franco y las acusaciones de racismo) y demasiado académico, se olvida prácticamente en cuanto se ha visto. No ayuda tener como protagonistas a dos de los intérpretes más sosos de la actualidad (Hoult y Collins) y que las escenas del infierno del Somme pierdan fuerza por tanto incluir escenas oníricas que remiten al universo Tolkien. Entretiene y no la suspendo, pero no me convence, lo mejor, la banda sonora de Thomas Newman.
