Hasta ahora, Taylor Sheridan me parecía un excelente guionista, sus libretos para Sicario 1 y Comanchería eran muy buenos. Yo no sé qué se le ha pasado por la cabeza a la hora de escribir el guión de la secuela de Sicario, porque su guión es espantoso.
Dividida en prólogo, dos tramas que transcurren en paralelo hasta que encontrarse y epílogo, va claramente de más a menos. El prólogo es muy potente con la escena en la frontera y la del supermercado, pero las dos tramas (la de la misión de Brolin y Del Toro y la del chico hispano) no están bien conectadas cuando van por separado, además de ser muy inverosímil la primera. Cuando finalmente se juntan, viene lo peor, una parte final ridícula y risible, culminada en un epílogo innecesario que solo se explica como final abierto de cara a una nueva entrega que espero que no se produzca.
Ante semejante desastre de guión, poco pueden hacer la ágil dirección de Stefano Sollima (hijo del gran Sergio Sollima) y las buenas interpretaciones de Benicio del Toro, Josh Brolin y los dos jóvenes actores hispanos que les acompañan; el resultado es muy flojo, no hay por donde pillarlo, es una de las decepciones del año y una indigna secuela de su excelente predecesora.
Nota sobre 10: 3