He hablado bastante estos últimos meses de Alan Parker, fallecido hoy, ya que tres de sus películas ganaron el Oscar a la mejor banda sonora o a la mejor canción (El esxpreso de medianoche, Fama, Evita) así que no me extenderé demasiado en su homenaje.
Parker siempre me pareció un director irregular, que me gustó generalmente más en sus películas musicales que en sus otras películas, y que fue más respetado por el público que por la crítica. Deja grandes clásicos como El expreso de medianoche, Fama, El muro, Birdy, El corazón del ángel, Arde Mississipi o Los Commitments, pero también películas muy discutibles como El balneario de Battle Creek, Evita o la vida de David Gale. Aún con su irregularidad, le echaré de menos, descanse en paz.