Cuando estos primeros dias de Oscar a banda sonora siempre estoy diciendo "Oscar concedido al departamento musical de un estudio" y después digo el compositor de la película si se conoce, es por la película que hoy comento: Cien hombres y una muchacha no tiene exactamente lo que llamaríamos un compositor.
En los primeros años de Oscar no hay la distinción entre banda sonora original y adaptada, tanto puede ganar una u otra. Cien hombre y una muchacha es claramente una banda sonora adaptada, tiene música de Chaicovsky, Berlioz, Wagner, Verdi y Mozart, el Porque es un chico excelente y alguna canción de la época que no estoy seguro si está escrita expresamente para la película. Por lo tanto aquí sí es lógico atribuir el premio al departamento musical de Universal. A partir del siguiente año a esta si que habrá distinción entre banda sonora original y orquestación u otras denominaciones, aunque no faltarán las polémicas de si una banda sonora es de un tipo o de otro, son especialmente escandalosos la descalificación de El padrino y el Oscar a Alrededor de la medianoche, ya llegaremos a ellos.
Cien hombres y una muchacha es una clásica película de niño o adolescente prodigio, subgénero musical que fue muy prolífico en Hollywood en los años 30, y cuyas estrellas más conocidas fueron Shirley Temple, Mickey Rooney, Judy Garland y la protagonista de la película de la que hablo hoy. Deanna Durbin. Contaba la historia de una adolescente hija de músicos pobres que forma una orquesta con músicos desempleados. Fue una de las dos películas en que participó el célebre director de orquesta Leopold Stokowsky (la otra es Fantasía), y en el reparto está también Adolphe Menjou. Las películas de niños prodigios no son en general objeto de mi predilección, esta hace años que no la veo, la recuerdo como correcta.
Su protagonista Deanna Durbin fue una de las estrellas juveniles más taquilleras de Hollywood y llegó a ser la segunda actriz mejor pagada después de Bette Davis. Sus películas más conocidas son Loca por la música y Mentirosilla y se retiró del cine a los 28 años.
El director Henry Koster es lo que se considera en cine un artesano, un director correcto al servicio de los estudios de Hollywood, pero que en general no es muy apreciado por la crítica. Tiene filmes muy conocidos como La mujer del obispo, Desirée, La túnica sagrada y La maja desnuda, y de los que recuerdo de él mi preferido es El invisible Harvey.
Este año se nominan 14 películas, destacar entre ellas varias de Alfred Newman (Huracán sobre la isla, El prisionero de Zenda), La vida de Emile Zola (Max Steiner) y Horizontes perdidos (Dimitri Tiomkin)
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