De todos los grandes directores de la Nouvelle vague, Jacques Demy es el más atípico. Es el que más ama y homenajea el cine hollywoodiense clásico, y el único que se dedica casi exclusivamente al cine musical:
Ya había destacado en 1961 con su primer largo, Lola, pero es Los paraguas de Cherburgo la que le consagra internacionalmente y por la que consigue la Palma de Oro de Cannes y varias nominaciones al Oscar. Luego vendrían otras obras maestras como Las señoritas de Rochefort, Piel de asno, Una habitación en la ciudad y Trois places pour le 26, pero la que más fama ha tenido es esta historia de amor completamente cantada al estilo de una ópera sobre la historia de amor entre una chica vendedora de paraguas y un mecánico. Todo un clásico del cine francés que convirtió en estrella a Catherine Deneuve, muy bien acompañada por Nino Castelnuovo.
Y fue también la consagración de Michel Legrand como compositor, el gran músico francés convirtió el tema principal Je ne pourrais vivre sans toi en todo un hito de la canción francesa, antes de empezar a trabajar en Hollywood y ganar 3 Oscars alli. Teniendo en cuenta que es una película completamente cantada, su banda sonora es fundamental y magistral.
Al entrar en los 60, el peplum empieza a caer en decadencia. Los presupuestos se han disparado, y algunas películas empiezan a no funcionar. Se puede considerar que el fin de la época dorada del cine de romanos es La caída del imperio romano, su fracaso comercial (que no artístico) provoca que se dejen de hacer peplums con contadas excepciones hasta el siglo XXI.
Y una de las culpables es posiblemente Cleopatra. No fue completamente apreciada en su dia por la crítica, quizás porque la versión estrenada era bastante más corta (3 h y cuarto) que la que se puede ver ahora en video y se ha visto en Phenomena (4 h 20). Además, el presupuesto se disparó una barbaridad, 44 millones de dólares de 1963 son una salvajada, aún siendo el filme más taquillero de su año tardó en tener beneficios un tiempo. La versión de 4 horas 20 es una obra maestra, la versión de 3 h y cuarto no llega a tanta altura.
Fue concebida como dos películas dedicada una a la época de Cleopatra con Julio César y otra a la de Cleopatra con Marco Antonio, pero acabaron unificándose. Fue comenzada por Rouben Mamoulian, pero tras su despido fue acabada y firmada por Joseph L. Mankiewicz, que potenció las escenas más intimistas e intelectuales, sin olvidar las escenas de masas, algunas de las más impresionantes de la historia del cine, como la entrada de Cleopatra en Roma. Fue la película en que comenzó el romance entre Elizabeth Taylor y Richard Burton, muy bien acompañados por Rex Harrison, Martin Landau y Roddy Mcdowall.
La banda sonora es uno de los grandes trabajos de Alex North y una de las más bellas de la historia del cine. Sigue siendo incomprensible que North no ganase nunca un Oscar, salvo el honorífico.
Si hay un personaje que me acompaña en alguno de mis momentos más oscuros es Harry Callahan. Aunque yo esté lejos de la ideología del personaje (ideología que no está del todo clara como comentaré después), algo extrañamente atractivo le he encontrado cada vez que Clint Eastwood ha desefundado su Magnum 44. Me acompaña además en momentos delicados de mi existencia, le conocí por primera vez cuando mi salud empezaba a tambalearse allá por 1984 y ha vuelto por Phenomena una semana antes de la declaración del estado de emergencia, las casualidades a veces son extrañas
Mucho se ha hablado de la personalidad de Harry Callahan, partiendo siempre desde el punto de llamarlo fascista por su uso de la violencia y su individualismo. También le han calificado de antisistema dentro del sistema (?) y yo lo calificaría más bien de misántropo (no hay nadie a quien no odie por igual: blancos, negros, otras razas, mujeres, autoridad, etc, etc, una perla, vamos) y resentido, no acaba de quedar claro qué paso en su vida antes de 1971 y por qué se le llama el sucio, si porque le encargan todo el trabajo sucio, si por su manera de acabar con los criminales o por ser un guarrete en privado, en algún momento se le ven tendencias de voyeur. Muchas cosas distintas y más que me dejo para ser tan simplista en llamarlo solo fascista. También me parece la evolución lógica adentro de la carrera como actor de Clint Eastwood, no está tan lejos el amoral hombre sin nombre de los westerns de Leone de Callahan, ambos entendían la ley a su manera, aunque Leone era mucho más progresista que Siegel, siendo ambos dos maestros del cine.
Y eso que Clint Eastwood no era la primera opción para el personaje. Harry Callahan fue creado para ser interpretado por Frank Sinatra, pero por lo que dicen se fracturó la muñeca y se vio incapaz de manejar la Magnum 44. Tras pensarse otras opciones como John Wayne o Steve Mcqueen, Siegel optó por Eastwoo, con quién ya había trabajado en La jungla humana y Dos mulas y una mujer. El guión de Harry el sucio estaba escrito por , los hermanos Harry Julian y R. M. Fink y se inspiraba en la historia real del asesino en serie Zodiaco, que aterrorizó EEUU en aquella época y del que nunca se descubrió la identidad. Siegel hizo una obra maestra, convirtió definitivamente en estrella a Eastwood y lanzó como villano a Andy Robinson, curiosamente pacifista en la vida real y que empezó con muchas dudas el rodaje, tantas que se dice que Siegel lo mandase al psiquiatra para que se aclarase.
El éxito del filme provocó cuatro secuelas entre 1973 y 1988. Harry el fuerte. dirigida por Mike Post, hace un intento de "dulcificar el fascismo" de Callahan enfrentándolo a un grupo de policías que se toman la justicia por su mano. Lo hace todavía más ambiguo ideológicamente, y del tratamiento del guión y el guión definitivo se encargan tres cineastas que se harán muy famosos posteriormente: Terrence Malick, John Milius y Michael Cimino.
En Harry el ejecutor, dirigida por James Fargo,vuelve a hacer las delicias de sus detractores ideológicos, le enfrenta a un grupo de terroristas de izquierdas. El climax final en Alcatraz me parece que inspiró bastante a Michael Bay para hacer La roca, ideologías aparte me parece una secuela floja.
Sin embargo, Impacto súbito me parece la mejor de las secuelas y la única que ha dirigido Clint Eastwood. Pone a Callahan ante su propio espejo deformado, una asesina que se venga de sus violadores. Es la más ambigua de todas, y es tan oscura y tenebrosa que por momentos me parece una película de terror, también es la película en la que aparece la famosa frase "alégrame el dia", con la que muchos identifican al personaje.
La lista negra es la más floja de las cinco películas del personaje. Tiene momentos delirantes de comedia como el cochecito de juguete bomba, y entre los secundarios tienen papeles destacados Liam Neeson, y un Jim Carrey que ya daba aviso de sus dotes histriónicas.
De la banda sonora de la saga se ha encargado siempre el compositor argentino Lalo Schifrin. El autor de las inmortales melodías de Misión imposible y Bullit volvió a dar lo mejor de sí en las espléndidas bandas sonoras de Harry el sucio y Harry el fuerte, decayendo poco a poco en las siguientes.
Esta es otra de las bandas sonoras a las que les tengo cariño por razones extracinematográficas: Su canción Suis moi formaba parte de un proyecto teatral en el que estaba participando en el momento de declararse el estado de pandemia, no se si lo retomaremos dado que teníamos que actuar en la calle y con contacto con el público, de momento lo dejo en standby.
El proyecto me permitió recordar una pequeña joya del cine de animación que tenía un tanto olvidada. Esta versión de El principito es libre, puesto que a la historia de Saint-Exupéry se le añade una historia de una niña de una niña que tiene problemas con su madre y que a través de su vecino conoce el relato de El principito. Notable mezcla de cine de animación stop motion y 3D que ganó el Cesar al mejor filme de animación.
La banda sonora corrió a cargo de un grande alemán y de un compositor británico. Hans Zimmer y Richard Harvey. No está considerada entre lo mejor de Zimmer, pero a mi me parece notable y simpática, lo mejor la canción de Camille Dalmais que funciona como parte del tema principal.
Gustándome las otras versiones que conozco de la tragedia de Shakespeare (1936, 1954 y 1996), mi favorita sigue siendo la que dirigió en 1968 Franco Zeffirelli. El director italiano por primera vez que yo recuerde respetó que Romeo y Julieta debían ser adolescentes, y logró la que para mí es también la mejor película del director italiano, gustándome también mucho sus otras adaptaciones de Shakespeare y su Jesús de Nazaret. Fue un gran éxito de taquilla y convirtió por un tiempo en estrella a la actriz Olivia Hussey, hoy casi olvidada.
Al éxito de la película contribuyó la maravillosa banda sonora de Nino Rota, con permiso de El padrino I y II y El gatopardo, la mejor que recuerdo que hizo Rota para un director que no fuese Fellini. Su tema de amor se ha convertido en inmortal y en una de las cimas del genial compositor italiano.
Matteo Garrone sigue sin poder separarse de la sombra de su Gomorra, siendo más que correctas las otras películas que le conozco, no logran acercarse a la altura de aquella obra maestra. Su versión de Pinocho sigue por la misma línea.
No la puedo comparar con la versión anterior que dirigió y protagonizó con el personaje de Pinocho Roberto Benigni, puesto que no me consta que se haya podido ver de manera legal en España (si algún amigo conoce algún canal de streaming legal en el que pueda estar, que me avise), pero sí puedo compararla con las dos obras maestras que ha dado el libro de Carlo Collodi, el filme animado de Disney y la maravillosa serie de televisión de 1972 dirigida por Luigi Comencini. El filme de Garrone se queda muy lejos de los dos que comento, tiene un buen nivel técnico, un buen reparto y una notable banda sonora de Dario Marianelli, pero le falta fuerza y un Pinocho más convincente, Es más que entretenida, pero al director de Gomorra le pido más.
Ya dije que en ocasiones iba a ser muy freaky, y esta es una de ellas. Como he dicho en una de mis obras de teatro, le tengo mucho cariño a Supersonic man, forma parte de mi infancia y de una época en que mi salud fue mala y que ya sufrí un semiconfinamiento, no por enfermedad infecciosa sino por enfermedad que no me aconsejaba actividades físicas. No me puedo cargar la película, por cutre y desastrosa que le pueda parecer a otros.
Y desde entonces le tengo cariño a su director Juan Piquer Simón, considerado director de culto por muchos, incluida gente como Eli Roth. Sus efectos especiales y guiones son mejorables y siempre fue considerado director de serie B (para algunos Z), pero con sus defectos filmes como Viaje al centro de la tierra y Mil gritos tiene la noche me parecen estimables, y La grieta tiene como gran mérito cargarse a Pocholo Martínez-Bordiú en cuatro minutos.
Supersonic man es ideal para echarse unas risas: el croma brilla por su ausencia en unas escenas de vuelo que cantan bastante, el cachondeo del bigote que le aparece y desaparece al protagonista no tiene precio, pero no se toma en serio (teniendo excavadoras de la marca ACME no es de extrañar) y acaba pareciéndome entrañable, hasta el punto de homenajearla en mis actuaciones teatrales.
Del compositor de la pegadiza canción sé muy poco. Gino Peguri tiene una corta trayectoria especializada en filmes italianos de cine de barrio y no encuentro muchas cosas sobre él en Internet
Lo que ha pasado con las carreras del director Kenneth Branagh y el compositor Patrick Doyle no acaba de tener explicación en el caso del primero y algo más en el caso del segundo. De ser dos de los mejores en los 90 a ser personajes cinematográficos del montón.
Branagh empezó muy fuerte con una estupenda adaptación de Enrique V, y siguió muy fuerte con sus adaptaciones de Shakespeare, Mucho ruido y pocas nueces, Hamlet, Trabajos de amor perdidos, más una obra de culto como Los amigos de Peter y una interesante adaptación de Frankesnstein. Pinchó con el remake de La huella y a partir de Thor se metió en el cine comercial más ramplón y no ha vuelto a levantar cabeza en la dirección, no me gustó su Asesinato en el Orient Express y no espero demasiado de Muerte en el Nilo..
Patrick Doyle si que le encuentro más explicación: sufrió una leucemia en 1997 que le tuvo muy mal, y yo encuentro un antes y un después de esa fecha: un compositor maravilloso antes de 1997 con sus trabajos con Branagh y con otros filmes como Atrapado por su pasado , Indochina o Grandes esperanzas , y un compositor muy irregular después de esa fecha, la mayoría de sus bandas sonoras posteriores de 1997 las olvido fácilmente. Una pena, viniendo de un músico que había llegado a ser muy grande, no sé si fue debido a la enfermedad o a la mala elección de películas, pero no ha vuelto a ser el que era.
Gustándome mucho sus otros trabajos con Branagh previos a 1997 y Atrapado por su pasado (volveré a ellos en algún momento de esta sección), mi favorito es Mucho ruido y pocas nueces. Banda sonora bellísima partiendo de una canción cantada por Emma Thompson y un gran trabajo de Doyle.
Este año se cumplen 100 años desde que Agatha Christie escribiese El misterioso caso de Styles, y desde entonces se han sucedido las adaptaciones al cine de novelas de la escritora. La primera de la que tengo constancia es una tal Alibi de1931, basada en El asesinato de Roger Akroyd (yo no la he visto), y la última hasta ahora es el remake de Muerte en el Nilo, de próximo estreno.
Las mejores para mí, Diez negritos, la versión de René Clair y Testigo de cargo, de Billy Wilder. Algunos las han discutido por tener un tono ligero e irónico que creen que no le van bien a las novelas de crímenes, pero creo que son las que mejor han captado el tono juguetón, irónico y de misterio. Diez negritos tiene un curioso autospoiler irónico en medio de la película, con el asesino preguntando a los demás si creen que es el culpable entre rayos y truenos.
Las peores, las últimas. Asesinato en el Orient Express de Keneth Branagh tiene un casting mal elegido en muchos intérpretes y errores de guión, es imposible que Poirot manche a propósito de mierda sus zapatos. La casa torcida estaba hecha con desgana siendo una de las mejores novelas de la autora, y las recientes versiones televisivas de Inocencia trágica y El misterio de la guía de ferrocarriles son un despropósito, la primera cambia al asesino o asesina de la novela por otro personaje, y la segunda le crea un pasado absurdo a Poirot, lo convierte en antiguo cura. Espero que Branagh haya mejorado con Muerte en el Nilo, el casting parece mejor elegido en los personajes clave de muerto o muerta y asesino o asesina, pero su aspecto visual no me acaba de convencer.
Y entre todas las que he comentado están los dos ciclos de películas de Agatha Christie más populares.
En los 60, El director George Pollock y la actriz Margaret Rutherford se juntan para hacer cuatro películas basadas en novelas protagonizadas por Miss Marple: El tren de las 4:50, Después del funeral, Asesinato a bordo y La Señora McGinty ha muerto. Las recuerdo con agrado de mi niñez, pero hace tiempo que no las he visto, no se como han envejecido, destacan también por las bandas sonoras de Ron Goodwyn.
Y en 1974, aprovechando el tirón de las películas de época ambientadas a principios del siglo XX, unos productores británicos deciden adaptar Asesinato en el Orient Express, dirigida por Sidney Lumet. Como las novelas de Christie tienen un buen número de personajes, hacen un amplio reparto que mezcla viejas glorias con actores en auge entonces; escogen a Albert Finney como Poirot aún pareciendo muy joven para la imagen icónica del personaje (Finney tenía 37 años, aunque Christie nunca dice la edad de Poirot, nos lo imaginamos mayor), y le acompañan con un gran reparto. Lauren Bacall, Martin Balsam, Ingrid Bergman, Jaqueline Bisset, Sean Connery, John Gielgud, Anthony Perkins, Vanessa Redgrave, Richard Widmark y Michael York, entre otros. No siendo una de mis novelas favoritas de la autora (siempre he encontrado demasiado fácil y obvia la identidad del asesino o asesina), me parece una excelente película, que supuso el tercer Oscar para Ingrid Bergman, no es del todo injusto, pero creo que lo merecía más Bacall, tiene más peso en la película. El éxito de la película hace que se hagan varias adaptaciones más de la autora hasta finales de los 80: cambiando a Albert Finney por Peter Ustinov, Muerte en el Nilo, Muerte bajo el sol, Cita con la muerte y varios telefilmes, El espejo roto con Angela Lansbury (la más discutible, esa novela no debió de exisitr por lo que hizo Christie con la historia de Gene Tierney), Culpable de inocencia con Donald Sutherland y dos versiones de Diez negritos en 1974 y 1989- De todas ellas, la mejor sigue siendo Asesinato en el Orient Express.
Al éxito de Asesinato en el Orient Express conttribuyó su maravillosa banda sonora. Muy discutida en su momento, Bernard Herrmann llegó a decir que el tren de la muerte no podía tener una banda sonora alegre (no captó el tono irónico de Christie), es el trabajo más famoso de Richard Rodney Bennett, gran compositor británico autor entre otras de Indiscreta, Traición en Atenas, Billy el embustero, A merced del odio, Lejos del mundanal ruido, Un cerebro de un millón de dólares, Nicolás y Alejandra, Equus , Yanquis, Un abril encantado y Cuatro bodas y un funeral. Para Asesinato en el Orient Express, Rodney Bennett compuso un soberbio tema al piano y un grandioso vals. Sencillamente, genial, cualquier otro año habría ganado el Oscar con toda justicia, pero tuvo la mala suerte de ser también el año de Chinatown y sobretodo de El padrino II,
Elmer Bernstein es uno de los más grandes compositores de la historia del cine, y especialmente por su música para westerns. Aunque el más famoso sea Los siete magníficos, no es ni mucho menos su única gran banda sonora para el género, tiene un buen puñado de obras igual de buenas de las que iré hablando poco a poco, y por supuesto también de Los siete magníficos.
Una de mis preferidas es Los comancheros. Fue la última película de Michael Curtiz, el director estaba enfermo de cáncer y tuvo problemas en poder rodar algunas escenas, siendo sustituido por John Wayne, que no quiso acreditarse como autor por respeto al cineasta. No se resintió la película de los problemas de salud de Curtiz, me parece un western muy bueno y una hermosa despedida del director húngaro, contaba la historia de un ranger de Texas que con la ayuda de un jugador trata de acabar con un grupo de comancheros, gente que se dedica a vender armas a los indios. A Wayne le acompaña Stuart Whitman y un gran reparto de secundarios como Lee Marvin, Jack Elam y el actor nacido en Jerusalén Nehemiah Persoff, todavía vivo con 101 años y que aquí hace una de sus mejores interpretaciones.
La banda sonora de Bernstein mantiene el tono épico habitual en el western de su autor, con un potente tema principal, es uno de sus trabajos a los que le tengo más cariño.
Fue también uno de los primeros filmes que vi en los 80 en el Cine Nápoles de Barcelona, dedicado entonces a programas dobles de reestreno; actualmente es el mejor cine de Barcelona, la Sala Phenomena.
Michael o Michel Lonsdale (siendo hijo de padre británico y madre francesa creo que es correcto llamarlo de las dos maneras)era mucho más que "el villano francés de James Bond" como he leido en algún titular (gran villano por otra parte). De 1956 a 2016, un actor imprescindible en papeles más o menos largos para directores de la talla de Truffaut, Losey, Malle, Buñuel, Zinnemann, Costa-Gavras, Annaud, Frankenheimer,, Forman, Amenábar y muchos otros. La lista de películas importantes donde participó da vértigo: El proceso, La novia vestía de negro; Besos robados, El soplo en el corazón, El fantasma de la libertad, Mr. Klein, Chacal, Sección especiale, Una iglesia romántica, El nombre de la rosa, Ágora, De hombres y dioses (su único Cesar) y un larguísimo etcétera que aquí no acabe. Para mí uno de los mejores actores europeos de las últimas décadas, descanse en paz
Llevamos dos dias muy tristes en el mundo del cine, a la muerte ayer de Gerardo Vera hay que añadir hoy la de un gran director de fotgrafía estadounidense y un gran actor francés.
A Michael Chapman le debemos tres memorables trabajo con Scrosese: Taxi driver, El último vals y Toro salvaje, pero entre los 70 y principios de los 90 tienen unos cuantos magirstrales más: El último deber, La tapadera, Cliente muerto no paga, Jóvenes ocultos, El fugitivo y el videoclip de Michael Jackson Bad. Su carrera comenzó a declinar a partir de los 90, pero lo hecho hasta entones le señala como uno de los grandes, sorprendentemene nunca ganó el Oscar y solo fue nominado por Toro salvaje y El fugitivo. Descanse en paz.
Como dije ayer, hoy voy a hablar del compositor británico Michael J. Lewis. No es muy conocido para el gran público, pero tiene algunas bandas sonoras de películas en mi opinión muy interesantes: La loca de Chaillot, Tinieblas, Alarma catástrofe (algún día hablaré de este extraño híbrido entre la ciencia-ficción y el cine de catástrofes), El legado, El pasaje, Rescate en el Mar del Norte (la que no pude poner ayer), La esfinge, Si Giorgio, la adaptación televisiva de El perro de los Baskerville de 1983 y la versión animada de El león la bruja y el armario muestran un compositor que merece mucha más atención que la que se le ha prestado, sin ser un maestro tiene obras muy interesantes
Y si tengo que destacar alguna película, es Theatre of blood, que por una vez en mi opinión tuvo un divertido título en España, muy adecuado a lo que propone la película: Matar o no matar, este es el problema. Es una truculenta película de culto protagonizada por Vincent Price y la recientemente desaparecida Diana Rigg, en la que un actor en declive de obras de Shakespeare decide vengarse de los críticos que lo han puesto a caer de un burro, matándolos según las maneras en que el bardo inglés mató a algunos de sus personajes más famosos. Puede parecer una película menor de Price, pero el filme del artesano Douglas Hickox me parece un muy divertido ejercicio de grand guignol.
La banda sonora de Lewis posee la ironía de la película, pero también tiene un bellísimo tema romántico principal. A mi me parece muy buena y muy recomendable
Hoy ha fallecido Gerardo Vera, gran director de teatro e interesante director de cine. Tuvo una breve carrera como director de cine con títulos como La Celestina, Segunda piel y Deseo, aunque también destacó en otros apartados del mundo cinematográfico, ganando el Goya a la mejor dirección artísitca por La niña de tus ojos y al mejor vestuario por El amor brujo. Descanse en paz.
Prometí hablar hoy de las bandas sonoras de las películas que vi ayer en Phenomena en sesión sorpresa, pero solo puedo hacerlo en parte.
La primera película fue el muy entretenido filme de Andrew McLaglen Rescate en el Mar del Norte. Lamentablemente, no he podido encontrar ni una sola buena grabación de la banda sonora. Su compositor Michael J. Davis no es muy conocido para el público, pero tiene una interesante carrera en cine y televisión, para compensar, mañana le dedicaré un artículo a la banda sonora de otro filme suyo al que le tengo mucho cariño. De McLaglen hablaré más adelante, pero con alguna otra película
La segunda película fue la secuela de Los cañones de Navarone: Fuerza 10 de Navarone.
Fuerza 10 de Navarone tardó demasiados en llegar, primero porque el autor de la novela Alistar MacLean tardó bastantes años en crearla, y después se tardó en encontrar un equipo para hacerla y nuevos actores, los supervivientes del primer filme ya eran demasiado viejos para un filme de estas características. Fue un fracaso comercial, los gustos del público habían cambiado por otras guerras en galaxias muy lejanas. No llegando al nivel de Los cañones de Navarone, me parece un muy entretenido filme bélico.
Y casi parece una película de James Bond visto el director, famoso por varios filmes del agente, y por el reparto, cuatro de sus actores han pasado por la saga.
Guy Hamilton fue un hábil artesano británico especializado en filmes de acción. Sus filmes más famosos pertenecene a la saga Bond (Goldfinger, Diamantes para la eternidad, Vive y deja morir, El hombre de la pistola de oro). Del resto de su filmografía destacan Llama un inspector, Funeral en Berlín, La batalla en Inglaterra, El espejo roto, Muerte bajo el sol y Remo desarmado y peligroso.
Tiene un heterogéneo reparto: los bondianos Robert Shaw, Barbara Bach, Richard Kiel y Edward Fox, Franco Nero y los recién salidos de Star Wars y Rocky Harrison Ford y Carl Weathers. Fue el primer filme de Ford tras su primera aparición en La guerra de las galaxias y antes de convertirse definitivamente en estrella con En busca del arca perdida (el periodo entre 1977 y 1980 no acaba de cuajar, sus proyectos fracasasn en taquilla o son personajes muy cortos como Apocalypse now) y fue la penúltima película de Robert Shaw, la última que pudo completar, ya que falleció de un infarto sin poder terminar El tren de los espías.
De la banda sonora se encargó el gran compositor británico Ron Goodwyn, especialista en adaptaciones de Agatha Christie y superproducciones británicas, sobretodo filmes bélicos, Entre lo más destacado de su filmografía están El pueblo de los malditos (1960), El tren de las 4:50, Después del funeral, La Señora McGinty ha muerto, Servidumbre humana, Operación Crosbow, Aquellos chalados en sus locos chalados, Detective con rubia, El desafío de las águilas, La batalla de Inglaterra, Frenesí y Un astronauta en la corte del Rey Arturo.
Fuerza 10 de Navarone no es de las mejor consideradas de sus bandas sonoras bélicas, creo que está un escalón por debajo de El desafío de las águilas y La batalla de Inglaterra, pero me parece muy notable, tiene ese tono de fanfarria militar muy característico de Goodwym.
Hoy es un dia que tengo un tiempo muy corto para hacer mi artículo, así que he optado por algo más ligero y hablar de las dos parejas más famosas del cine italiano, una de actores y otra de músicos.
Y si no, nos enfadamos es con Le llamaban Trinidad la película más famosa del duo cómico Terence Hill y Bud Spencer. Hill tenía un pasado serio con Luchino Visconti (El gatopardo) y Bud Spencer había sido nadador olímpico antes de tener problemas de sobrepeso. Se les junta en tres spaguetti westerns más "serios" como son Tú perdonas yo no, Los cuatro truhanes y La colina de las botas, pero es a partir de Le llamaban Trinidad cuando se crea la pareja cómica especializada en dar mamporros a diestro y siniestro, convirtiéndose en los reyes de los cines de programa doble y de los videoclubs. De las que les conozco, Y si no nos enfadamos me parece la mejor, rodada en Madrid, con la colaboración de actores españoles como Luis Barbero, Emilio Laguna y Manuel de Blas. La historia de los dos corredores de coches que pierden un coche a manos de unos gangsters no hará las delicias de los críticos sesudos, pero sigue haciendo las delicias de este crítico no tan sesudo que una vez fue niño.
En muchas de las películas de Hill y Spencer aparecen como compositores los hermanos Guido y Maurizio de Angelis. Especialistas en canciones pegadizas. forman parte también de mis recuerdos televisivos a través de series como Sandokán y Orzowei. La canción de Y si no, nos enfadamos, Dune buggy, es uno de mis temas preferidos de los dos hermanos.
Mañana no publicaré mi artículo diario Otras bandas sonoras porque voy a asisitir a una sesión doble sorpresa de Phenomena. Vuelvo el domingo y dias siguientes con más películas, si las que vea en Phenomena me parece que tienen una banda sonora destacable y no han aparecido aún en mi blog, serán los próximos filmes que comente.
Dentro de los formatos panorámicos que se crearon en los 50, el que más complicaciones y menos recorrido histórico fue el Cinerama, que requería tres proyectores para ver el filme en una sala de cine, cada uno se ocupaba de una parte de la imagen Solo he tenido oportunidad de verlo una vez en cine en los 80 en el desaparecido Palacio del cinema de Barcelona, justo en la película que hoy ocupa mi artículo; la imagen era espectacular, pero la continuidad entre proyector y proyector no estaba lograda, había un salto y una raya extraña, entiendo por qué acabó en desuso.
La más conocida de las películas que se rodaron en Cinerama fue La conquista del Oeste, superproducción que abarcaba toda la historia del Oeste y su colonización por parte del hombre blanco, desde los pioneros hasta la época de los ladrones de trenes, a través de tres generaciones de una misma familia. Constaba de cinco episodios, dirigidos por tres directores, y enlazados por la voz en off de Spencer Tracy
Henry Hathaway se encarga de la primera parte antes de la Guerra Civil, con el primer episodio protagonizado por James Stewart y Carroll Baker y el segundo por Gregory Peck y Debbie Reynolds; y también de la parte final protagonizada por George Peppard sobre el asalto al tren. Tiene escenas espectaculares como la de los rápidos, el asalto a las caravanas y el asalto al tren. La de Hathaway es la más larga en minutos.
Tras el descanso en cines, viene la parte dirigida por John Ford, la más breve y la más intimista, para algunos la mejor con escenas como la despedida de Peppard de la granja y regreso posterior y la breve aparición de John Wayne.
George Marshall se encarga del episodio de la construcción del ferrocarril, con el momento más famoso de la película: el ataque de los bisontes.
Aparte de los nombrados, el reparto es muy amplio y lleno de nombres famosos. Por orden de aparición más o menos: Karl Maldren Walter Brennan, Lee van Cleef, Thelma Ritter, Robert Preston, Russ Tamblyn, Richard Widmark, Henry Fonda, Lee J Cobb y Eli Walach me parecen los más destacados. En el episodio final podemos ver entre los forajidos de la banda de Walach a Harry Dean Stanton en uno de sus primeros papeles.
A pesar de los problemas con el Cinerama, la película se convirtió en un gran éxito y en un clásico. Fue objeto en los 70 de una versión televisiva protagonizada por James Arness que aquí llegó en los 80 y a la que le tengo también mucho cariño.
Al éxito también contribuyó una de las mejores bandas sonoras de la historia del cine. En colaboración con Ken Darby, Alfred Newman compuso un formidable tema principal, y lo acompañó en la banda sonora con diversas canciones populares americanas. Su composición es una de las más recordadas de la historia del cine, una obra maestra sin duda
Hoy ha fallecido el actor barcelonés Enrique Irazoki, intérprete de muy corta carrera, pero que fue el protagonista de uno de los filmes claves de Pier Paolo Pasolini, El evangelio según San Matero, interpretando a Jesucristo. También participó en dos filmes importantes de la Escuela de Barcelona, Noche de vino tinto y Dante no es unicamente severo. Solo por el filme de Pasolini ya forma parte de la historia del cine, descanse en paz-
1974 fue el año de gloria de Mel Brooks. Había comenzado en televisión con trabajos mítico como Superagente 86, y había comenzado muy fuerte su carrera como director ganando el Oscar al mejor guión con Los productores, pero tardó 3 años en hacer su mayor fracaso comercial, El misterio de las doce sillas, y cuatro más en hacer dos filmes en hacer sus dos filmes más taquilleros, Sillas de montar calientes y El jovencito Frankenstein. También son los que más me gustan del director. para mí el rey de la parodia con permiso del trío ZAZ.
El jovencito Frankenstein está planteada como una parodia del cine de terror, pero también como un cariñoso homenaje. Escribió un guión casi perfecto junto con su compinche Gene Wilder, contando la historia del descendiente del Dr Frankenstein, que quiere que le llamen Fronkonstain, que quiere volver a hacer un monstruo. No cuenta con la ineptitud de su "jorobado" ayudante (su joroba va y viene por diversas partes de la escpalda) que por un accidente cambia el cerebro por otro no muy adecuado. Rodado en blanco y negro como los clásicos de terror de Universal, tiene gags memorables, la mayoría de los mejores protagonizados por el gran descubrimiento del filme, el genial cómico Marty Feldman. Acompañan a Wilder y a Feldman Peter Boyle como el peculiar monstruo, Madeline Kahn, Teri Garr y un irreconocible y desmelenado Gene Hackman como ciego
De la banda sonora se encargó un compositor formidable. El estadounidense John Morris ha compuesto la mayoría de filmes dirigidos o producidos por Brooks (El hombre elefante por sorprendente que parezca, está producido por Mel Brooks, al igual que la versión de 1986 de La mosca, aunque no tiene banda sonora de Morris), y también de otros filmes de Gene Wilder y Marty Feldman. Además de las ya mencionadas, destacan El hermano más listo de Sherlock Holmes, La última locura, Mi bello legionario, Máxima ansiedad, Terrorífica luna de miel y La loca historia de las galaxias. Gustándome muchísimo sus bandas sonoras para Sillas de montar calientes, La última locura y El hombre elefante, de las bandas sonoras que conozco suyas creo que la obra maestra es El jovencito Frankenstein. Se aleja en su tema principal del tono cómico y toma un tema de violín para apaciguar al monstruo que funciona casi como una nana. Memorable trabajo que no fue nominado al Oscar (si lo fue por una canción de Sillas de montar calientes y por El hombre elefante), pero es que el año 1974 era tremendo en el terreno musical..
Salir del ropero, la última interpretación de Rosa María Sardà, ha acabado resultando una de las peores películas de su carrera.
No funciona casi nada en la historia de una chica a punto de casarse con el hijo de una familia conservadora británicoportuguesa, que descubre que su abuela quiere casarse con su mejor amiga. Comienza recordando a A mi madre le gustan las mujeres y acaba siendo un remake encubierto de un famoso filme francés con remake americano, no diré cuál, para no hacer spoiler, pero en la parte final del filme hay muchas similitudes con el filme francés como para no ver la influencia.
Y si la historia no funciona, funciona peor todavía peor el reparto. Hay un error claro de casting, no cuela que Verónica Forqué (64 años) sea la madre de Mónica López (51) y la abuela de Ingrid García Johnsson (29), estando esta última histérica e insoportable; Candela Peña está irreconocible y hace la peor interpretación de su carrera y David Verdaguer pasaba por allí.
Solo se salvan de la quema Sardà, que aún en horas bajas defiende bien su personaje y un divertdo Alex O'Dogherty como cura moderno, pero no es suficiente- De lo peor de la cartelera actual.
