La caza, la versión de El malvado Zaroff producida por Jason Blum, se salda con un filme irregular. Tiene una primera media hora muy brillante, hasta que acaba la escena de la tienda, y posteriormente tiene un sabroso diálogo sobre la fábula de la liebre y la tortuga, pero a partir de ahí la película baja algo y se pierde todavía más cuando se comienzan a dar explicaciones en flashbacks innecesarios. Entretiene y se deja ver por el trabajo de la hasta ahora actriz telvisiva Betty Gilpin, pero se queda a medio camino.
Nota sobre 10: 6
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