Sidney Pollack era hasta 1985 uno de los directores más respetados en Hollywood, pero siempre se le habían resistido los premios. Cambió en ese año su racha con uno de sus mayores éxitos y su película más premiada, 7 Oscars, incluidos mejor película y director.
Basada en el libro autobiográfico de Isaak Dinesen, Memorias de África se ha convertido en un clásico, una mezcla excelente de melodrama y película de aventuras africanas, bien llevado como casi siempre por Pollack y beneficiado por el trio protagonista: Meryl Streep, Klaus Maria Brandauer y un Robert Redford al que le cargaron el sambenito de no ser adecuado por no ser inglés (siempre estamos con lo mismo, para interpretar a Hamlet no hay por qué ser de Copenhague o para interpretar a Don Juan Tenorio no es obligatorio ser de Sevilla)- Siendo un año de nivel muy alto, con El color púrpura, El honor de los Prizzi y Único testigo como nominadas, me parece una muy buena ganadora.
Fue también la resurrección de John Barry, que no atravesaba en los 80 una época muy destacada, comenzaba a estar cansado de hacer filmes Bond y salvo Fuego en el cuerpo, Frances y Cotton Club estaba haciendo filmes de segunda fila. La banda sonora de Memorias de África me parece una de sus obras maestras, y la popularidad de su tema principal contribuyó al éxito de la película. Cuarto Oscar para Barry.
Entre las nominadas, El color púrpura tiene el record de más compositores nominados por un mismo filme, 12 en total. Muy buen nivel del resto: Agnes de Dios (Georges Delerue), Silverado (Bruce Broughton) y Único testigo (Maurice Jarre).
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