En 1975, un escualo cambió Hollywood y subió al Olimpo a su director y a su compositor.
El efecto en la taquilla de Tiburón es algo que no se había visto hasta entonces, aunque a comienzos de los 70 había películas muy taquilleras como El padrino, El golpe, El coloso en llamas o El exorcista. Era una película aparentemente menor de género, con actores que no eran ni mucho menos estrellas y con un prometedor director joven que solo contaba con su curriculum en cine un fracaso comercial. El filme se convirtió en el más taquillero de la historia (el récord le duraría dos años antes de irse a una galaxia muy lejana), el primero que traspasó los 100 millones de dólares de recaudación y el culpable del nacimiento de los blockgusters, películas de entretenimiento destinadas a reventar taquillas en verano sean u no de buena calidad. En su caso, Tiburón sigue siendo una obra maestra, los problemas mecánicos con el bicho obligaron a que no se le viese en la mayor parte del filme. la película comienza como un gran filme de terror y catástrofes y termina como una maravillosa película de aventuras marinas
Fue la película que encumbró a Steven Spielberg. Con 29 años había hecho ya uno de los mejores telefilmes de la historia, El diablo sobre ruedas y una película que no funcionó bien en taquilla como Loca evasión, Tiburón le convirtió en el director más taquillero de los 70 junto con George Lucas, confirmado con Encuentros en la tercera fase y En busca del arca perdida y respetado como premiado cineasta a partir de La lista de Schindler. Aunque haya tenido despistes como 1941, épocas tontas como Hook y Always y traspiés financieros como Dreamworks, 45 años después de director sigue siento una de las personas más poderosas de Hollywoosd.
Lanzó a la fama al trio protagonista: Roy Scheider,Robert Shaw y Richard Dreyfuss. Spielberg optó por buscar actores que no fueran estrellas (el estudio quería a Robert Duvall o Charlton Heston entre otros), y la jugada le salió redonda, no se puede pensar actualmente en otros actores para los papeles, basta ver cómo naufragó Michael Caine en Tiburón 4.
Y encumbró definitavemente a John Williams. Su música es aparentemente sencilla, unas pocas notas con un instrumento de viento, desconcertó a director y a ejecutivos que no lo veían claro, pero pocos han dado tanto miedo con algo aparentemente tan "sencillo". Su segundo Oscar y el primero para una partitura original suya, convirtió definitivamente a Williams en uno de los compositores más populares y aclamados de los últimos 50 años, confirmado después por galaxias, arqueólogos, extraterrestres y un largo etcétera de películas. Tras la muerte de Morricone, es el mejor compositor de cine vivo, y su larga colaboración con Spielberg en la mayoría de películas del director es una de las más fructíferas de la historia del cine.
Entre las nominadas, Muerde la bala (Alex North), Alguien voló sobre el nido del cuco (Jack Nitzsche) y El viento y el león (Jerry Goldsmith).
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