Este año se cumplen 100 años desde que Agatha Christie escribiese El misterioso caso de Styles, y desde entonces se han sucedido las adaptaciones al cine de novelas de la escritora. La primera de la que tengo constancia es una tal Alibi de1931, basada en El asesinato de Roger Akroyd (yo no la he visto), y la última hasta ahora es el remake de Muerte en el Nilo, de próximo estreno.
Las mejores para mí, Diez negritos, la versión de René Clair y Testigo de cargo, de Billy Wilder. Algunos las han discutido por tener un tono ligero e irónico que creen que no le van bien a las novelas de crímenes, pero creo que son las que mejor han captado el tono juguetón, irónico y de misterio. Diez negritos tiene un curioso autospoiler irónico en medio de la película, con el asesino preguntando a los demás si creen que es el culpable entre rayos y truenos.
Las peores, las últimas. Asesinato en el Orient Express de Keneth Branagh tiene un casting mal elegido en muchos intérpretes y errores de guión, es imposible que Poirot manche a propósito de mierda sus zapatos. La casa torcida estaba hecha con desgana siendo una de las mejores novelas de la autora, y las recientes versiones televisivas de Inocencia trágica y El misterio de la guía de ferrocarriles son un despropósito, la primera cambia al asesino o asesina de la novela por otro personaje, y la segunda le crea un pasado absurdo a Poirot, lo convierte en antiguo cura. Espero que Branagh haya mejorado con Muerte en el Nilo, el casting parece mejor elegido en los personajes clave de muerto o muerta y asesino o asesina, pero su aspecto visual no me acaba de convencer.
Y entre todas las que he comentado están los dos ciclos de películas de Agatha Christie más populares.
En los 60, El director George Pollock y la actriz Margaret Rutherford se juntan para hacer cuatro películas basadas en novelas protagonizadas por Miss Marple: El tren de las 4:50, Después del funeral, Asesinato a bordo y La Señora McGinty ha muerto. Las recuerdo con agrado de mi niñez, pero hace tiempo que no las he visto, no se como han envejecido, destacan también por las bandas sonoras de Ron Goodwyn.
Y en 1974, aprovechando el tirón de las películas de época ambientadas a principios del siglo XX, unos productores británicos deciden adaptar Asesinato en el Orient Express, dirigida por Sidney Lumet. Como las novelas de Christie tienen un buen número de personajes, hacen un amplio reparto que mezcla viejas glorias con actores en auge entonces; escogen a Albert Finney como Poirot aún pareciendo muy joven para la imagen icónica del personaje (Finney tenía 37 años, aunque Christie nunca dice la edad de Poirot, nos lo imaginamos mayor), y le acompañan con un gran reparto. Lauren Bacall, Martin Balsam, Ingrid Bergman, Jaqueline Bisset, Sean Connery, John Gielgud, Anthony Perkins, Vanessa Redgrave, Richard Widmark y Michael York, entre otros. No siendo una de mis novelas favoritas de la autora (siempre he encontrado demasiado fácil y obvia la identidad del asesino o asesina), me parece una excelente película, que supuso el tercer Oscar para Ingrid Bergman, no es del todo injusto, pero creo que lo merecía más Bacall, tiene más peso en la película. El éxito de la película hace que se hagan varias adaptaciones más de la autora hasta finales de los 80: cambiando a Albert Finney por Peter Ustinov, Muerte en el Nilo, Muerte bajo el sol, Cita con la muerte y varios telefilmes, El espejo roto con Angela Lansbury (la más discutible, esa novela no debió de exisitr por lo que hizo Christie con la historia de Gene Tierney), Culpable de inocencia con Donald Sutherland y dos versiones de Diez negritos en 1974 y 1989- De todas ellas, la mejor sigue siendo Asesinato en el Orient Express.
Al éxito de Asesinato en el Orient Express conttribuyó su maravillosa banda sonora. Muy discutida en su momento, Bernard Herrmann llegó a decir que el tren de la muerte no podía tener una banda sonora alegre (no captó el tono irónico de Christie), es el trabajo más famoso de Richard Rodney Bennett, gran compositor británico autor entre otras de Indiscreta, Traición en Atenas, Billy el embustero, A merced del odio, Lejos del mundanal ruido, Un cerebro de un millón de dólares, Nicolás y Alejandra, Equus , Yanquis, Un abril encantado y Cuatro bodas y un funeral. Para Asesinato en el Orient Express, Rodney Bennett compuso un soberbio tema al piano y un grandioso vals. Sencillamente, genial, cualquier otro año habría ganado el Oscar con toda justicia, pero tuvo la mala suerte de ser también el año de Chinatown y sobretodo de El padrino II,
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