domingo, 20 de diciembre de 2020

Wonder woman 1984



El fin de semana me ha sido desastroso en cine y televisión, no suelo comentar lo segundo, pero como tiene que ver con una popular saga, lo hago.

No entiendo las estratosféricas alabanzas al último episodio de The mandalorian por su "nostalgia, épica y emotividad". La escena cumbre es un despropósito, la épica requiere grandes enemigos y la nostalgia un buen tratamiento visual, y en esa escena solo he visto un montón de Terminators aquejados de reumatismo (Jar Jar Binks con casco hubiese sido más hábil) y "eso" que se supone que era un mito y más bien parecía con el CGI una figura del museo de cera con la expresividad de Steven Seagal. La épica no la encuentro, la emotividad me la ha tirado por los suelos el CGI y la nostalgia solo la veo bien usada en la escena poscréditos, me ha parecido el peor episodio de una temporada que en el resto de episodios si manejaba muy bien el espectáculo y la nostalgia.

Lo de Wonder Woman es todavía peor. Advierto que alguna de mis palabras se pueden considerar spoiler, aquí no tengo otro remedio que hacerlo aunque sea mínimo.

Casi recomiendo ver los primeros diez minutos y la escena poscréditos, el resto es para tirar a la basura. De todas las posibles tramas que se podían hacer para seguir la historia de Diana Prince y resucitar a Steve Trevor, han escogido la peor, lo que se suponía que era una película de superhéroes acaba convertida en Wonder Woman y la piedra maravillosa, con un guión esquelético, estirado cual chicle pegajoso, inspirado supongo en un proverbio chino más viejo que el tebeo (de hecho era el slogan en 1984 de una película de Gene Wilder, al menos en España recuerdo ese proverbio en el cartel de Lauren Films))  que dura dos horas y media interminable, con un mensaje político de perogrullo (Donald Trump ya era una caricatura en los 80) y unos malos de saldo, Cheetah no merece ser tratada como un patito feo metido poco menos que a Charles Bronson, no es eso exactamente, y Pedro Pascal supera con creces todos los límites de sobreactuación habidos y por haber, en vez de amenazante parece el Coyote pasado por el baile de San Vito o un cruce genético  de laboratorio serie Z entre Nicolas Cage y Jim Carrey. Las escenas de acción, mal hechas, una parece una copia mala de En busca del arca perdida (hay un homenaje muy claro) y la otra es tan oscura que apenas se ve nada.

Como dije solo se salvan los efectos especiales, la excelente escena prólogo. la nostálgica escena poscréditos y la banda sonora de Hans Zimmer, el único que me parece que sabe lo que hay que hacer en la película. Todo lo demás es olvidable, está a años luz de la notable primera entrega.

Nota sobre 10: 3




 

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