lunes, 16 de agosto de 2021

Otras bandas sonoras: El último gran héroe

 Cuando en 1993 El último gran héroe se la pegó en la taquilla de EEUU (en otros países fue algo mejor, pero tampoco fue un taquillazo), muchos lo atribuyeron al riesgo de estrenar justo una semana después de Parque jurásico. Creo que hubo algo más, la crítica se cebó con ella (leo las reseñas en Filmaffinity y lo sigue haciendo, en el mejor de los casos son frías) y el público le dio la espalda. Marcó el comienzo del declive de la generación de Stallone, Arnie, Chuck Norris, Steven Seagal y compañía, aún teniendo unos muy buenos 1993 y 1994 (salvo este filme, Máximo riesgo, Demolition man o Mentiras arriesgadas funcionaron muy bien en taquilla esos dos años), comenzaron abundar los fracasos o las decepciones en taquilla de los musculosos héroes de los 80, hasta quedar reducidos a la nostalgia (Los mercenarios) o a los sucesivos reboots tardíos de las sagas.

Y yo sigo sin entender el ensañamiento de la crítica en 1993, no es que me parezca mala, es que está entre mis películas de culto y mis placeres culpables. La vi en 1993 en Portugal unas semana antes de su estreno en España y estaba alucinado ante la lucidez de la autoparodia que habían hecho el director de Jungla de cristal, el guionista de Arma letal y Sschwarzenegger. El filme era una juerga en que todo el equipo se reía de todos los tópicos que había acumulado en los años 80, de los actores encasillados en papeles de villanos (lo de F. Murray Abraham siendo el actor que mató a Mozart vale su peso en oro) y mandaba un aviso de lo que pasó después, de que si no se evitaban esos tópicos el cine de acción caería en el declive que efectivamente se produjo. Supuso el comienzo del declive de John Mctiernan (solo Jungla de cristal 3 le volvió a funcionar en taquilla) y de Shane Black, de irregular trayectoria después como guionista y director. Del amplio reparto de estrellas destacar a Charles Dance, para mí es uno de sus mejores trabajos como villano, el primero que toma conciencia en el filme de que forma parte de una película.

La banda sonora de Michael Kamen quizás no es de las más reconocidas del director, aunque a mí me parece notable, tiene un potente uso de la guitarra eléctrica.




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