No se si es cierto, o si es una leyenda urbana, pero se dice que tras el estreno de Rocky IV algunos comentaron en broma que en la siguiente entrega se tendría que enfrentar a un extraterrestre. El caso es que en 1987, los guionistas Jim y John Thomas tuvieron la idea de mezclar el cine de acción musculoso de los 80 con el cine de ciencia-ficción variante monstruos extraterrestres, y de ahí nació Depredador.
Y fue el lanzamiento de un director muy dotado para el género. El primer filme de John Mctiernan, Nómadas, había pasado completamente desapercibido (no sé si se ha visto en cines españoles, yo desde luego solo lo he visto en vídeo) y en Depredador demostró una gran habilidad en la puesta en escena y el ritmo para la acción, que luego confirmaría en filmes posteriores. Aunque el filme sería otra cosa sin el carisma de Arnie o Carl Weathers, los mayores logros de la película son en el aspecto visual, en ese misterioso extraterrestre al que no vemos hasta el final al ser invisible o ser contada la película con cámara subjetiva. La película se convirtió en un gran éxito y en un clásico del cine palomitero.
Y sin McTiernan, la saga no ha vuelto a funcionar. La segunda mantiene el tipo gracias al reparto y algunas escenas como la del metro, pero se nota que Stephen Hopkins no es tan bueno como Mctiernan. Los dos cruces con Alien no hay por donde pillarlo, partiendo de un chiste de la segunda parte no se puede hacer una buena película si no tienes guión. Finalmente, las dos entregas de Robert Rodríguez y Shane Black son muy flojas, son estirar un chicle que salvo que alguien demuestre lo contrario.
Alan Silvestri demostró con Depredador que demasiado a menudo es un compositor infravalorado. Su tema principal es uno de los más potentes de su carrera, y uno de los mejores fuera de sus colaboraciones con Robert Zemeckis. Es todo un clásico ochentero como la película
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