Como dije la semana pasada hablando de El cardenal, su protagonista Tom Tryon acabó dedicándose a la literatura. Que yo sepa o recuerde, dos de sus novelas o relatos han dado lugar a grandes películas: Fedora y El otro. De Fedora hablaré en otra ocasión, hoy dedico mi artículo a El otro.
El otro pasó bastante desapercibida en su estreno por lo que veo en sus datos USA, dado su bajo coste digamos que cubrió costes más o menos. Para los aficionados al género de terror se ha ido convirtiendo en un filme de culto. Aparentemente es otra historia de niño con gemelo "angelical" y diabólico (mejor no seguir para quien no haya visto la película), pero pocas películas recuerdo con una atmósfera tan malsana e inquietante. Para mí es la segunda obra maestra tras Matar a un ruiseñor del muchas injustamente infravalorado Robert Mulligan, quien ha hecho estas dos películas, Amores con un extraño y Verano del 42 no merece el olvido que le tiene parte de las nuevas generaciones de cinéfilo. Está protagonizada por los gemelos Chris y Martin Urdvarnovsky, no me consta que repitieran en el mundo del cine.
Cuando escucho música de Jerry Goldsmith no sé cuándo me da más miedo, si cuando se pone truculento o cuando se pone "apacible" (Poltergeist y El otro). El tema principal de El otro es bellísimo, hace un fuerte contraste con el inquietante filme.
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