Tras los primeros días de estreno, veo opiniones muy encontradas ante la segunda entrega de Escuadrón suicida, amigos que se han ido antes de que acabase porque no la soportaban y espectadores y críticos que la han calificado de la mejor película de superhéroes jamás hecha. En mi opinión, ni lo uno ni lo otro: está muy lejos de ser el desastre de la primera (cosa fácil de conseguir, no había por donde cogerla), pero también está muy lejos de ser la octava maravilla que nos han vendido.
Tengo que reconocer que James Gunn no engaña con su propuesta: nos prometió acción a raudales, cuando comienzan los títulos de crédito a los diez minutos ya la ha liado parda antes y de ahí no para de matar gente y bichos hasta que acaba el filme. También prometió que no sería un filme tipo Marvel y lo cumple... en parte, porque no es el James Gunn familiar de Guardianes de la galaxia y Scooby-doo, es el psicotrónico de los comienzos de serie Z de Troma, su película es puro caos narrativo y lógico, y con una "cutrez" buscada a propósito: el villano (salido de los comics, el delirio ya estaba en parte ahí), más que una amenaza a veces parece un peluche.
El resultado: dos horas y cuarto de mamporros, balazos y tentetieso, caos argumental (¿tenía trama?) y delirio visual. Se mantiene en pie porque a uno le ponen las pilas el espíritu grindhouse del filme y Margot Robbie, por lo descabellado de algunas situaciones, por el carisma de Idris Elba y porque John Cena da el pego como héroe de acción aunque no tenga ni idea de actuar, pero el filme está lejos de las mejores películas de superhéroes. Simplemente para pasar el rato, se recomeinda ir con chubasquero por si salpica la sangre. Tiene escena poscréditos, que por lo que dicen enlaza con una futura serie de televisión.
Nota sobre 10: 5
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