Kárate a muerte en Bangkok, Furia oriental y El furor del dragón fueron las tres películas que convirtieron a Bruce Lee en estrella del cine de artes marciales y su muerte inesperada (no voy a entrar en posibles teorías de conspiración sin pruebas) le convirtió en mito, acrecentado por el trágico final de su hijo Brandon. Sigue siendo una leyenda y el actor con más carisma del género, la prueba es el éxito de un anuncio de un coche hace unos años y la polémica que lió Tarantino con su escena en Érase una vez en Hollywood.
No llegó a ver la cuarta película y la que le hubiese lanzado al estrellato en Hollywood, Lee falleció seis dias antes del estreno. Operación dragón sigue siendo una de las mejores del cine de artes marciales, con un Bruce Lee pletórico, apoyado con el carisma de John Saxon y Jim Kelly y el excelente malvado que es el actor Shih Kien. La trama es una mera anécdota, una competición de artes marciales en el que Lee tiene que acabar con un siniestro jefe del narcotráfico. Tiene escenas tan icónicas como la de los espejos.
De la banda sonora se encargó el argentino Lalo Schifrin. Combinó el funky setentero con los ritmos orientales con maestría y me sigue pareciendo uno de sus mejores trabajos.
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