Hay otros antecedentes del cine de monstruos anteriores al filme King Kong de 1933 (como mínimo una versión de 1925de El mundo perdido de Conan Doyle que yo no he visto), pero no han tenido ni de lejos la influencia de la historia del gorila gigante que se enamora de una chica en una isla y es capturado y enviado a Nueva York. Sin King Kong probablemente no habrían existido o habrían sido distintos Godzilla, los dinosaurios de Jurassic Park y otros simpáticos monstruitos de la historia del cine. Esta versión de La bella y la bestia ha tenido hasta ahora dos remakes dirigidos por John Guillermin y Peter Jackson, varias copias japonesas. King Kong la isla de la calavera, un Godzilla contra King Kong hecho en Hollywood recientemente cuyo estreno se ha retrasado por el Covid-19.
Esta obra maestra la codirigieron Merian C. Cooper y Ernest B. Schoedschack. Cooper es autor por separado de la versión de 1929 de Las cuatro plumas y de Esto es cinerama, y Schoedschack, de El malvado Zaroff, El hijo de Kong, Los últimos días de Pompeya y El gran gorila. Dos excelentes autores a los que se les recuerda por el gorila gigante, pero que hicieron también otras muy buenas películas.
La banda sonora del maestro Max Steiner está considerada con justicia una de las primeras grandes bandas sonoras de la historia del cine Por lo que parece, RKO no estaba muy segura del éxito del filme y se le acababa el presupuesto, le pidieron a Steiner música pregrabada. Lo que hizo Steiner es ya historia del cine, una de las bandas sonoras más amenazantes y memorables de la historia. No había Oscar a la mejor banda sonora todavía, pero lo habría merecido con creces.
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