Bernardo Bertolucci pocas veces ha escapado a la polémica entre sus admiradores y detractores. Lo hizo con El conformista, con El último tango en París, con este Novecento y lo haría posteriormente con La luna. Es probablemente el director europeo más polémico con permiso de Lars von Trier.
Novecento tiene posturas muy encontradas. Sus detractores la ven poco menos que como un panfleto comunista, como una película larguísima (lo es, sus más de 5 horas la convierten en la película más larga que he visto en una sala de cine, y eso que la ví en dos partes) y consideran gratuitas las escenas de desnudos y de sexo y el brutal asesinato cometido por el fascista Donald Sutherland.
Pero los admiradores nos caemos rendidos ante la maestría narrativa y el atrevimiento de Bertolucci, el enorme fresco histórico de la convulsa primera mitad del siglo XX y la enorme interpretación de Donald Sutherland, creo que la más desagradable de toda su carrera y eso que tiene unos cuantos villanos memorables; Sutherland hace que el resto del reparto empalidezca, y eso que están Robert de Niro, Gerard Depardieu, Burt Lancaster, Sterling Hayden, Dominique Sanda, Alida Valli y Stefania Sandrelli entre muchos otros. La polémica y la larga duración hicieron que el filme no fuese un gran éxito de público en 1976, hoy está considerado un filme de culto por muchos.
Quien no tiene demasiadas discusiones es Ennio Morricone. Su banda sonora es una genialidad dentro de las que hizo para el cine político italiano, su tema principal es todo un icono de la filmografía del maestro.
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