45 años antes de que el asesinato de Laura Palmer la liara parda en Twin Peaks, hubo en las pantallas de cine otra Laura asesinada que dio mucho que hablar. Laura Hunt y su cuadro es uno de los personajes más memorables de la historia del cine negro, y la película Laura es para mí la primera obra maestra de los filmes que conozco de Otto Preminger, e incluso diría que es su mejor película con permiso de Cara de ángel, El hombre del brazo de oro o Anatomía de un asesinato.
Laura se centra en la investigación que hace un detective del asesinato de Laura Hunt, y de la fascinación y obsesión que acaba ejerciendo el personaje en el policía y las personas que la conocieron. Dado que es un filme de intriga, es mejor no dar más detalles, destacar sobre todo que el filme tiene un reparto inmejorable: Gene Tierney, Dana Andrews, Clifton Webb, Vincent Price y Judith Anderson están maravillosos.
Está considerada la obra maestra de un compositor injustamente olvidado por el gran público, El responsable musical de Fox Alfred Newman le propuso hacer la banda sonora a Bernard Herrmann, pero este dijo que su estilo siniestro no ligaba bien con el personaje, que Laura escucharía a Debussy y no a Herrmann. Finalmente se encargó el compositor estadounidense David Raksin, que había comenzado su carrera como compositor con Charles Chaplin en Tiempos moderno, y que en su filmografía figuran grandes títulos como ¿Ángel o diablo?, La vida secreta de Walter Mitty, La impetuosa, Carrie (la de William Wyler, no la de Brian de Palma), Cautivos del mal, Apache, Jubal, Mesas separadas, Dos semanas en otra ciudad, El más valiente entre mil y un largo etcétera. El tema principal de Laura es el más recordado de toda su filmografía y uno de los más icónicos de la historia del cine negro.
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