En los años 70, la Hammer entró en declive, la productora que había hecho maravillosos filmes de terror durante los años 50 ya no era la misma, se repetía mucho y aunque dio alguna obra maestra como El Dr. Jeckyll y su hermana Hyde, no levantaría cabeza hasta el fracaso del remake de Alarma en el expreso de Hitchcock.
Y entre repeticiones, también hizo mezcla de géneros. Una de las más descabelladas fue The legend of the seven golden vampires, donde en pleno éxito de las películas de artes marciales se juntó con el productor de Hong Kong Run Run Shaw para hacer un filme donde Van Helsing (Peter Cushing una vez más) viajaba a China para enfrentarse a siete vampiros que aterrorizaban un poblado. El resultado es muy disparatado, pero muy divertido, encima la distribuidora en España en pleno auge de la serie Kung fu la rebautizó como Kung fu contra los siete vampiros de oro por si no se había pillado la coña. Fue la penúltima película de terror de Hammer de su período clásico (la última fue La monja poseida que no recuerdo si he visto)
De la banda sonora se encargó un clásico de Hammer como es James Bernard. No siendo de sus mejores trabajos, sí que mantiene un notable nivel.
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