lunes, 2 de noviembre de 2020

Otras bandas sonoras: La caída del Imperio romano

 Con el filme La caída del Imperio romano cayeron de golpe dos acontecimientos cinematográficos: el Imperio Bronston y el género peplum. El productor volvió a intentarlo con poca fortuna y el género volvería muchos años después curiosamente con casi la misma historia que lo hundió.

Como dije con El Cid, Bronston tenía los pies de barro. Sus películas rodadas en España no acababan de funcionar y la puntilla fue el fracaso de La caída del Imperio romano. La consecuencia fue la declaración en bancarrota de la productora y por tanto el cierre de sus estudios en España, utilizados posteriormente para televisión y otras películas. Volvió a hacer alguna producción, entre ellas una con Robert Taylor (Pampa salvaje) y otra con Gerard Depardieu (Fort Saganne) que yo no he visto.

Y fue como he dicho el final de la época dorada del peplum, la que empezó con Sansón y Dalila y se matuvo durante los 50 y principios de los 60, Cleopatra y su altísimo coste ya había dado el aviso, pero La caída del Imperio romano fue la puntilla, el público se había cansado del género y los productores italianos y españoles que se habían especializado en el género se estaban pasando al spaguetti western que comenzaba a reinar en 1964 con Por un puñado de dólares. El peplum fue objeto de grandes parodias como Golfus de Roma y La vida de Brian, pero no resurgió brevemente hasta principios del Siglo XXI.

La lástima es que La caída del Imperio romano es una excelente película, la mejor que rodó Bronston junto con El Cid. El público no apreció el tono triste del filme y el demoledor final donde se aclara qué tiene que ver el filme con la caída del Imperio que tardaría más de 200 años en producirse. Tampoco ayudó el cambio de protagonista previsto, Stephen Boyd no era mal actor, pero no era la estrella que fue Charlton Heston y que sí podría haber salvado más los muebles. Sí que lanzó a la fama al gran actor canadiense Christopher Plummer, que solo tenía como currículum destacado hasta entonces la excelente  Muerte en los pantanos, de Nicholas Ray. También marca el declive de la carrera de Anthony Mann, con solo una película posterior y otra que no pudo terminar.

Pero la historia tenía potencial, y así lo vio Ridley Scott. Aunque la historia no es exactamente igual. (el personaje de Russell Crowe no es el mismo que el de Stephen Boyd) Gladiator tiene muchos puntos en común con La caída del Imperio romano: asesinato de Marco Aurelio en los alrededores de Viena, tiranía de Cómodo y enfrentamiento entre el emperador y sus principal general, una mujer por en medio y duelo a muerte entre los dos antagonistas en público. Por momentos. Gladiator parece un remake no confeso de La caída del Imperio romano. Gladiator sí que tuvo el éxito que no tuvo La caída del Imperio romano, haciendo resurgir brevemente el género con Troya, 300 y Furia de titanes

También es la última obra maestra de Dimitri Tiomkin, sus tres películas posteriores o son trabajos menores (Ataque al carro blindado, 36 horas) o no los recuerdo (Catalina la Grande). Su triste tena principal es muy potente, suena a elegía o requiem por el Imperio que se desmorona y por el emperador muerto, el resto de temas también son formidables.




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