La carrera del maestro Joseph L. Mankiewickz ha tocado muchos palos y géneros, pero sí que veo una constante en varias de sus películas: hablar sobre el engaño y el arribismo. En Eva al desnudo, Operación Cicerón, Ellos y ellas, Mujeres en Venecia, El día de los tramposos y La huella, sus protagonistas son unos trepas que venderían a su abuela con tal de conseguir sus fines o practican el arte del engaño con diversos fines.
La huella es su última película y su última obra maestra, se retiró a los 63 años cansado de que Hollywood no le dejase hacer bien sus películas y en ocasiones usara en demasía la tijera en la sala de montaje. En ella un escritor y el amante de su mujer, dueño de varias peluquerías, juegan al gato y al ratón en un encuentro en la mansión del escritor, es mejor no contar nada más para quien vea la película por primera vez, está llena de giros sorprendentes. Tiene dos magistrales interpretaciones de Laurence Olivier y Michael Caine y está basada en una obra teatral de Anthony Shaffer, guionista de Frenesí, The wicker man y de varias películas basadas en obras de Agatha Christie, y hermano de Peter Shaffer, autor de Equus y Amadeus. Tuvo un remake de Kenneth Branagh en mi opinión desafortunado, con Caine interpretando el papel de Olivier y Jude Law el de Michael Caine en el filme de 1972
La banda sonora de John Addison ha pasado a la historia de los Oscars por ser la que sustituyó en la nominación a El padrino cuando fue la banda sonora de Nino Rota fue descalificada. Creo que recordarla solo por eso sería injusto, la banda sonora es una maravilla que juega de manera bufa con el espectador tal como hacen Olivier y Caine en la película.
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