miércoles, 3 de febrero de 2021

Otras bandas sonoras: Por un puñado de dólares

 Sergio Leone no fue ni mucho menos el primero en hacer westerns en Europa, Alemania llevaba ya unos cuantos años haciendo (alguno de la época nazi), y se considera coetánea a Por un puñado de dólares una serie B rodada en España llamada El dedo en el gatillo que pasó completamente desapercibida y que yo no he visto.

Pero sí que fue el que inició con su personalísimo estilo lo que el famoso crítico Alfonso Sánchez bautizó un tanto despectivamente spaguetti western. El éxito sorpresa del filme le dio un disgusto en forma de juicio por plagio de los responsables del filme de Kurosawa, ganaron los japoneses, que ganaron más dinero con el filme de Leone que con el original. Los parecidos con Yojimbo son evidentes, si bien es cierto que ambos beben de la misma fuente, Cosecha roja, la obra maestra de Dashiell Hammett que nadie ha llevado oficialmente al cine, aunque muchos la han homenajeado. Hay quien ve también influencias de la obra de Goldoni Servidor de dos amos, pero al menos la vez que he visto la obra de teatro no he visto la influencia.

Por un puñado de dólares cuenta la historia de un forastero sin nombre que llega a un pueblo con dos familias enfrentadas y en un principio juega con las dos colaborando con quien le viene bien. Tiene mucho también de pícaro el personaje, que impondría la figura de antihéroe más o menos amoral que haría famoso al spaguetti western. Destaca por el gran uso del primer plano, muy cercano al comic, y por el memorable duelo final. Es el principio de la trilogía del dolar, donde Leone irá depurando el estilo que ya está esbozado aquí, ya volveré a las dos siguientes entregas en posteriores artículos de esta sección.

El filme lanza a la fama a su protagonista y a su antagonista. Se dice que Leone quería a James Coburn, pero que resultaba bastante caro, y escogió a un actor entonces de segunda fila que venía de la televisión (Rawhide) y de hacer secundario en filmes de los 50 (alguno de la Mula Frnacis, Tarántula, La escuadrilla Lafayette). Coburn no era ni mucho menos una mala opción (está muy bien en Agáchate maldito, el último western de Leone), pero Clint Eastwood demostró ser el protagonista perfecto, no ha habido un antihéroe más cínico, realtivamente amoral y con más carisma en las tierras almerienses, su imagen con poncho ya es historia del cine. Fue el lanzamiento también de Gian Maria Volonté, perfecto e inquietante villano en esta y en La muerte tenía un precio; el actor italiano aprovecharía muy bien el éxito, convirtiéndose en un grande del cine europeo especialmente en el cine político de los 70.

Sergio Leone le encargó la banda sonora a un amigo suyo de la escuela que empezaba a destacar como compositor con algún filme de Bertolucci y filmes menos conocidos. Como era habitual en la época, para que no se notase que era italiano, el compositor usó el pseudónimo de Dan Savio (hay copias que siguen con ese pseudónimo en los títulos de crédito). El éxito de Por un puñado de dólares convirtió en estrella a Dan Savio ya sin pseudónimo: Ennio Morricone. Su primera colaboración con Leone es una maravilla, la primera de la gran relación artística entre los dos amigos solo rota por la muerte de Leone, y la que da a conocer el inconfundible estilo de Morricone para la trilogía del dólar.



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