viernes, 12 de febrero de 2021

Otras bandas sonoras: El exorcista

 En 1973, William Friedkin está en lo más alto de su carrera tras el Oscar por French connection y realiza su siguiente proyecto. una adaptación de una novela de terror de gran éxito del escritor William Peter Blatty llamada El exorcista, sobre una niña que empieza a tener comportamientos extraños, los médicos no encuentran explicación, y tras comprobarse que está poseída por un demonio de origen iraquí recibe un exorcismo por parte de dos sacerdotes. Es curioso que Blatty alcanzase la fama con una novela de terror teniendo en cuenta sus antecedentes como guionista, fue autor de dos libretos cómicos para Blake Edwards, El nuevo caso del Inspector Clouseau y ¿Qué hiciste en la guerra, papi?

El resultado no hace falta decir cuál fue: La película de terror más taquillera de la historia del cine, la más icónica de la segunda mitad del siglo XX, la más reverenciada por la mayoría de los aficionados y también la más parodiada. Contó con un gran reparto: Max von Sydow, Ellen Burstyn, Jason Miller, Lee J. Cobb, Jack McGowran (fallecido repentinamente durante el rodaje, la película tiene fama de maldita en parte por el) y Linda Blair, que saltó a la fama como la niña poseída. El filme estuvo nominado a diez Oscars, ganando 2, guión adaptado para Blatty y sonido.

Y aquí se va a llevar alguno las manos a la cabeza, voy a ser sacrílego (nunca mejor dicho en una película), no está entre mis películas favoritas del cine de terror, incluso dentro de la trinidad del cine diabólico (La semilla del diablo, El exorcista y La profecía), prefiero las otras dos películas. No me la voy a cargar, la considero notable, y quizás sea deformación de conocer la carrera previa de William Peter Blatty, pero la considero más un filme de grand guignol con mucho humor negro que una película de terror. Cada vez que la niña monta el número diabólico me entra la risa tonta (no la incómoda) y los chistes malos cinéfilos de Lee J. Cobb me parecen fuera de lugar. Quizás por el exceso de grand guignol siempre ha sido más parodiable que La semilla del diablo o La profecía, filmes mucho menos propensos a tomárselos a broma. Como filme de grand guignol, sigo prefiriendo Psicosis, ¿Qué fue de Baby Jane? o Canción de cuna para un cadáver, me parecen superiores a El exorcista.

Quizás mi opinión habría variado si Friedkin hubiese utilizado al primer compositor previsto. Lalo Schifrin entregó aproximadamente seis minutos de música terrorífica, empleados en parte para un trailer. Dicen que Friedkin y los ejecutivos de Warner salieron espantados con el trailer, que temían que la gente acabase vomitando en los lavabos por efecto de la música (viendo el trailer, más bien hubiesen sido las imágenes estroboscópicas que utilizaba las causantes de los vómitos, no son muy reocmendables para algunos colectivos y no voy a poner el trailer aquí). Schifrin fue fulminantemente despedido, su música se ha recuperado posteriormente, me parece notable y muy terrorífica, muy en la línea de Bernard Herrmann.


Finalmente Friedkin optó por música previa, y por la música de un músico británico considerado como comercial hasta entonces y que había compuesto un disco llamado Tubular bells. El resultado todos lo conocemos: Mike Oldfield salta a la fama por El exorcista y su composición se convierte en una de las más icónicas de la historia del cine. El resultado también es muy bueno, aunque muy diferente del de Schifrin.





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