Hay veces que el remake se come al filme original y este segundo queda relativamente olvidado en la memoria cinéfila. Creo que La mosca es uno de los más claros ejemplos. La mosca de 1958 ha quedado como un clásico menor comparado con el filme de David Cronenberg, cuando no lo es, tiene momentos muy potentes, especialmente un memorable final.
La mosca 1986 es para mí una de las obras maestras de David Cronenberg, la que lleva más al extremo su obsesión por la nueva carne y los peligros de las nuevas tecnologías. Tiene varios de los momentos más inquietantes y desagradables de la filmografía del director canadiense y una memorable interpretación de Jeff Goldblum, lanzado al estrellato por este filme.
Y tiene como banda sonora una magistral partitura de Howard Shore, una de las mejores de sus trabajos con Cronenberg y con permiso de El silencio de los corderos su mejor trabajo en el cine de terror. Inquietante y maravillosa, sin duda.
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