He de reconocer la importancia en la historia de la televisión de Lucille Ball y su show televisivo de los 50, es la madre/abuela/bisabuela de toda la sitcom posterior, pero cuando he visto algún momento suyo me parece como la Atapuerca televisiva, la veo gran comedianta, pero su serie es demasiado naif y blanca, y me parece completamente desfasada.
Y empiezo a cansarme de Aaron Sorkin. Le veo cada vez más encantado de sí mismo, de sus verborreas interminables, de sus paseos por pasillos hablando, cuando no siempre hace falta, a veces un poco de silencio dice mucho más que un mucho de cháchara. Como director, también un poco plano.
Como resultado, Being the Ricardos me ha aburrido soberanamente. Sorkin se enreda dando vueltas constantemente a los cuatro pilares que tiene el guión (relación matrimonial, preparación episodio, embarazo, pasado comunista de Ball) y de ahí no sale, la película se podía haber resuelto mucho mejor en 30-45 minutos menos, acaba agotando por falta de ideas y exceso de verborrea (cuando lo conozco del humor de Ball es más físico que de diálogo). No ayuda tampoco que más que Nicole Kidman parezca la marioneta de Kidman, el exceso de maquillaje le ha quitado mucho de su expresión Bardem hace lo que puede con un personaje muy tópico de latin lover (con canción incluida ya homenajeada con mucha más gracia por Jim Carrey en La máscara) y el resto del reparto solo cumple. Flojo biopic, tengo muchas dudas de que tenga nominaciones en los Oscars, los de los Globos de Oro a los actores ya me parecen excesivos.
Nota sobre 10: 3
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