Antes de convertirse como productoren el rey del desmadre ochentero con Cannon USA, Menahem Golan llegó a estar nominado al Oscar a la película extranjera con Operación relámpago, sobre el célebre secuestro de un avión en Entebbe. Le debió tomar gusto al tema, porque repetiría con otro secuestro aéreo en una de sus producciones estadounidenses más célebres: Delta force.
Para los que gozamos de la desfachatez de Cannon y admiramos a Chuck Norris como héroe del mamporro y tentetieso y rey del chiste en Internet, Delta force es una de las cumbres de Cannon. Un desmadre sobre un grupo terrorista muy malo que secuestra un avión y un Chuck Norris que tenía su día habitual de oficina acabando con malos. El resultado, como siempre, muy divertido y que no conviene tomarse en serio. Sorprende el gran reparto que se metió en el embolao: Robert Foster como impagable terrorista árabe, Martin Balsam, Joey Bishop, George Kennedy, Hanna Schygulla, Robert Vaughn, Shelley Winters y un jovencito Liam Neeson. Y también Lee Marvin, fue la última película de uno de los mejores duros de la historia del cine.
La banda sonora de Alan Silvestri es quizás lo mejor del filme. Muy ochentera con el sintetizador en algunos pasajes, pero también muy hermosa en otros más dramáticos.
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