A Hollywood en los años 90 le surgieron presidentes por doquier: malos, con dobles, viudos y enamorados... hubo de todo, pero los más delirantes probablemente fueron los de Independence day y Air force one. Otro día hablaremos del filme de mi "adorado" Roland Emmerich, hoy nos ocupamos de Air force one, de otro alemán, Wolfgang Petersen.
Al guionista Andrew W. Marlowe se le fue completamente la olla, convirtió a un presidente ficticio en un sosias de John Mclane enfrentado a unos terroristas rusos más malos que la tiña. Esta Jungla de cristal en el avión del presidente no se puede tomar muy en serio dado el delirio de la propuesta, tuvo un gran éxito gracias al carisma de Harrison Ford y el villano Gary Oldman, pero no está precisamente entre mis filmes favoritos de Ford.
El filme en principio estaba previsto que tuviese banda sonora de Randy Newman, que fue rechazada. La incluyo en el artículo, pero no me acaba de convencer, Newman desde luego ha tenido días mucho mejores. Finalmente, quien firmó la banda sonora fue el gran Jerry Goldsmith, como siempre me parece excelente en su tono épico y patriótico; hay fragmentos de otro notable músico como es Joel McNeely.
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