lunes, 21 de febrero de 2022

Muerte en el Nilo 2022

 




He visto la nueva versión de Muerte en el Nilo justo una semana después de acabar mi actuación en Nit de crims y pocos días después de ver la exposición sobre la máscara en el CCCB de Barcelona, y me da la impresión de que mi crítica está "viciada" por las dos cosas, veo cosas en el filme de Kenneth Branagh que lo mismo en otro pase se me habrían pasado por alto.

Llevo cuatro whodunits y un trabajo como "extra" en otro, las cuatro Nits de crims en que he participado como actor y mi colaboración como personaje de jurado en una representación de Testigo de cargo hace unos años en el Teatre del Raval. Me conozco de sobra la trama de Muerte en el Nilo (que tampoco es de mis Poirot favoritos, prefiero el Poirot que se dedica a cultivar calabacines en la campiña inglesa, a investigar casos en Styles dos veces o al que buscó a un asesino de guías de ferrocarriles al que se va de turista por el mundo) y me interesa menos el crimen que la manera de contarlo, tanto desde el punto de vista de actor como el de crítico.

Y llego a la conclusión de que este no es ni el Muerte en el Nilo de Agatha Christie ni el de Peter Ustinov, es el de Kenneth Branagh. Por mucho que me guste el Poirot de David Suchet, es cosa del pasado, si una de las características de Poirot es su egocentrismo, no hay director más egocéntrico que Branagh (y lo digo como un piropo, me encanta la egolatría de Enrique V, Hamlet y Frankenstein, por cierto tres remakes, por si alguien se piensa que Branagh se ha subido ahora a la moda de versionar a clásicos, lo ha hecho desde el principio de su filmografía). La cantidad de licencias que se ha tomado respecto a la novela es larga, prácticamente solo ha dejado intacto el primer crimen, el motivo y la identidad de culpable o culpables, lo demás lo ha puesto todo del revés, ha cambiado/intercambiado personajes, sus características y situaciones, se ha traído personajes de otras novelas... No me voy a alargar y no solo por el tema del spoiler, creo que lo deja claro en las tres primeras escenas: le crea a un pasado a Poirot en la Primera Guerra Mundial, presenta el conflicto central en el club de jazz (y a algún personaje más) y se inventa una escena en la pirámide con un viejo amigo y su madre. No son tres escenas casuales: el pasado de Poirot es importante en el desarrollo de la trama, presenta rápido la primera trama policíaca y ojo, spoiler, le busca una explicación a la presencia de Poirot en Egipto, ya no es  un simple turista.  Evidentemente enervará seguro a los puristas de Christie, pero a mí desde el punto de vista narrativo no me molesta la opción de Branagh. Y explica lo que han tomado  algunos por defecto, que la parte previa al crimen sea "larga" (tampoco es corta en la novela y en la película de 1978, si mal no recuerdo), necesita tiempo para desarrollarlo todo.

Y no solo desde el punto de vista narrativo. Todos mienten u ocultan algo, hasta Poirot, llevan una máscara (la historia del bigote de Poirot no es innecesaria, es su máscara para ocultar su pasado, no es casual el epílogo, es la consecuencia lógica de lo que le ha pasado a Poirot), es más teatral la opción de Branagh, más estridente, más loca, más "falsa". Branagh no se va a Egipto a rodar, igual que los cineastas clásicos usaban la transparencia "antigua" o el cartón piedra, el director usa la transparencia "digital", el croma. Si el whodunit es en muchas ocasiones un divertimento, un Cluedo, una representación, Branagh lo lleva hasta el extremo: si todos mienten, el decorado también tiene que mentir, no puede ser real, y tiene ideas muy teatrales como convertir cada muerte en un cortejo fúnebre. Enervará a los haters del croma, pero a mí que me gusta la representación y la máscara me parece una buena opción. Destacar el gran trabajo de Paco Delgado, su vestuario es soberbio.

Por todo lo dicho, no es perfecta, está lejos de Testigo de cargo, ahí Billy Wilder sí que hizo una obra maestra sobre el whodunit,  la representación teatral y el arte del engaño, le sobra efectismo y algunos sospechosos aportan poco. Pero supera Asesinato en el Orient Expréss de Branagh, donde creo que metió la pata, no respetó ni al personaje (el vanidoso, perfeccionista y creído Poirot no puede pisar mierda voluntariamente, es cargarse al personaje) ni al público. Con sus imperfecciones, me parece un más que digno filme comercial, no es poco viniendo de un director que antes de Belfast andaba bastante perdido (recordar que Muerte en el Nilo era anterior, que ha llegado antes Belfast por la pandemia)

Nota sobre 10: 6,5


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