Jonathan Demme era casi un desconocido en España antes del éxito de Algo salvaje y el posterior Oscar de El silencio de los corderos. Sus películas o se habían estrenado mal o no se habían visto en cines, y eso que Melvin y Howard tenía dos Oscars a guión y actriz secundaria. Algunas como Tres mujeres peligrosas, Luchando por mis derechos y Tratar con cuidado reconozco que no las he visto o no las recuerdo.
Sí que ví con varios años de retraso The last embrace, mal titulada aquí El eslabón del Niágara (el título en España y el cartel original son dos groseros spoilers viendo el final); se estrenó de tapadillo casi a mediados de los 80 siendo del 79 y de tapadillo, yo la ví en programa doble los primeros días de estreno, no recuerdo si se vio en cines de estreno en Barcelona.
No siendo de lo mejor de un Demme que aún estaba un tanto verde, me parece un buen trhiller. Mejor no contar nada de la intrincada trama sobre un agente secreto que pierde a su mujer en un atentado y empieza a recibir misteriosos mensajes; trama que se desvela a lo Vértigo unos minutos antes del final del filme. Tiene un gran reparto con Roy Scheider, Janet Margolin, Charles Napier y Christopher Walken.
En este filme de aire hitchcockniano, Demme recurrió a un genial compositor que había trabajado con el director compositor. Me parece una de las grandes creaciones de la etapa final de Miklos Rozsa, su tema principal es inquietante e imponente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario