En 1989, y coincidiendo con el cincuentenario del personaje, Warner decide hacer su primera superproducción sobre Batman, tras la delirante versión de Fox en los 60 (la volví a ver hace poco, y por entrañable que sea, el final es más digno de un comic de Mortadelo que de Batman). La primera intención era volver al tono de comedia de la serie televisiva olvidando las obras serias de los 80 como La broma asesina y Batman año uno, y se dice que el primer protagonista previsto era Bill Murray. Cuando se anuncia el director y el protagonista más de uno frunce el ceño: Tim Burton, director hasta entonces de La gran aventura de Pee-Wee y Bitelchús, y Michael Keaton, protagonista de la segunda; el pasado de ambos parecía inclinar el filme hacia el tono cómico de la serie televisiva..
Cuando el filme se estrenó, los temores se difuminaron. Hubo reticencias por parte de algún sector de la crítica (recuerdo el demoledor artículo de Ángel Fernández-Santos en El país, en el que decía que un productor había comentado que se habían forrado con la mayor mierda que habían producido). No llegaba al tono serio de los comics de los 80, y no abandonaba el tono cómico con el personaje de Joker, pero no era la fantasmada de la serie televisiva. Descubrió a Burton no solo como un director de comedia, sino como un realizador muy personal y único, corroborado al año siguiente con Eduardo Manostijeras, y mostró que Keaton era también un muy respetable actor fuera de la comedia, dio un tono frágil, solitario y algo inquietante que le iba de perlas al personaje. El filme tiene alguna decisión discutible como convertir al Joker en el asesino de los padres de Bruce Wayne, pero es un excelente filme y el que abrió paso al cine de superhéroes actual. También abrió la saga de Batman, que con distintos tonos se ha mantenido hasta la actualidad: excelente la secuela de Burton, desastrosa la etapa de Schumacher, espléndida la de Nolan, irregular la de Snyder (lío de Martha aparte, a mí no me parece tan mala Batman vs Superman, y desde luego mejor olvidar la versión estrenada en cine de La liga de la justicia una vez visto el montaje del director).
Tuvo como villano perfecto a Jack Nicholson como el Joker, tengo dudas de si me gusta más la versión de Nicholson o la de Ledger, pero desde luego el gran actor de 3 Oscar se encontró en su salsa montando el número y ganando unos cuantos milloncejos; teniendo en cuenta que yo no estoy en contra de la sobreactuación, me lo paso pipa con Nicholson. Kim Basinger cumple, y en el resto del reparto destacan Jack Palaance (revitalizó su carrera en sus últimos años), Michael Gough y Billy Dee Williams interpretando brevemente a Harvey Dent, el fiscal que posteriormente se convertirá en otras películas y con otros actores en el villano Dos caras.
En el momento del estreno, se publicitó más el disco de canciones de Prince sobre el personaje que la banda sonora de Danny Elfman, casi un desconocido en 1989 cuyos trabajos más conocidos eran los que había hecho con Burton. El filme demostró que la música de Prince tenía muy poco peso en el filme (algunas de las canciones de las listas de éxitos de 1989 o no aparecen o se escuchan muy poco) y que Elfman había hecho un gran trabajo y que era un compositor muy a tener en cuenta, como han demostrado sus posteriores trabajos con Burton y aunque últimamente ha bajado el nivel como el director. La banda sonora de Elfman me sigue pareciendo uno de sus mejores trabajos del compositor, que también hizo un gran trabajo con la secuela.
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