Robert Zemeckis sigue dando las muestras de irregularidad que le caracterizan desde que ganó el Oscar por Forrest Gump, alterna lo brillante (The walk, Naúfrago) con lo discreto tirando a mediocre (Lo que la verdad esconde, sus filmes de animación), y desgraciadamente poco queda del gamberro discípulo de Spielberg que fue en los 80 y principios de los 90. Dentro de su filmografía, su nuevo filme, Aliados, está dentro de lo discreto, por momentos bastante mediocre.
La idea no era mala de partida, un espía canadiense que se enamora de su compañera francesa de misión en la Segunda Guerra Mundial y se casa, para descubrir posteriormente que puede que sea una traidora, vendría a ser una mezcla entre Sospecha y Casablanca (muchos la comparan con Encadenados, yo personalmente no lo veo). El filme entretiene en su mayor parte si no se está atento a algún fallo de guión (la relación lésbica entre dos personajes secundarios sin esconderse es del todo improbable, en una Inglaterra que poco después esterilizó por homosexual a un genio de la informática como Alan Turing), si se obvia que la ambientación de Canarias como Casablanca es muy mejorable y si se corre un tupido velo en que no hay mucha química entre Brad Pitt y Marion Cotillard (aquí creo que tampoco ayuda la dirección y el guión). Pero si se podía ser condescendiente hasta los últimos minutos, el filme naufraga en los últimos. Cuando se descubre finalmente si Marion Cotillard es una espía alemana o no, el filme desemboca en unos minutos finales lamentables, un climax final terrible y muy previsible en un aeródromo y un epílogo cursi, no, lo siguiente, que no aportaba nada interesante. Si solo hubiese sido por el núcleo del filme, le hubiese dado un aprobado justito, pero por el final no puedo darle el aprobado, me parece uno de los filmes más flojitos de Zemeckis, capaz de películas mucho mejores.
Nota sobre 10: 4
No hay comentarios:
Publicar un comentario