El sitio de Baler representa por grotesco y penoso el fin del imperio español (aunque no aprendieron la lección, en menos de diez años ya la volvieron a liar en el Rif): a menos de 100 km de Manila nadie se tomó la molestia de avisar a los mandos y soldados que custodiaban la misión de Baler que la guerra había acabado y que su lucha era inútil, añádase un militar inútil que no se molestó durante meses en comprobar que las noticias que le llegaban eran ciertas (y encima fue el único condecorado a la vuelta), y el resultado fueron 11 meses de asedio absurdo, 17 bajas españolas y 700 filipinas. Se les llamó Los últimos de Filipinas, y en pleno franquismo ya fueron objeto de una película nada despreciable en la época a pesar de su tono patriótico y con una canción que ha pasado a la historia, la habanera Yo te diré.
Ahora con más medios y sin la coartada patriótica nos llega una nueva versión de la historia, titulada 1898 Los últimos de Filipinas. Sin ser para nada perfecta, es el prometedor primer largometraje de su director, Salvador Calvo (lo que sorprende es que veo que también es responsable de otro telefilme más "franquista", el reciente Lo que escondían sus ojos, no acaban de cuadrar dos obras tan diversas). Calvo mantiene el interés durante todo el filme, aunque creo que le hubiese ido bien algo de tijera (el filme se hace bastante largo), logra buen partido de la claustrofobia de la misión y tiene como lo mejor un reparto de lujo: Álvaro Cervantes, Luis Tosar, Javier Gutiérrez, Karra Elejalde, Carlos Hipólito y Eduard Fernández. Excelente música de Roque Baños, en la que evidentemente sale la canción Yo te diré.
Nota sobre 10: 6
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