He de reconocer que no soy especialmente fan del director argentino Eliseo Subiela, fallecido hoy. Reconozco que era un buen director, especialmente de actores, con su actor fetiche Dario Grandinetti a la cabeza, pero Subiela tiene un universo poético muy particular en el que entras o no entras, y yo no acabé de entrar nunca del todo, por momentos me aburría. Deja una película especialmente de culto como es El lado oscuro del corazón (y su secuela, bastante menos interesante), pero también otras películas de gran prestigio en el cine argentino como Hombre mirando al sudeste, No te mueras sin decirme adónde vas y Despabílate amor. Descanse en paz.
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