Edgard Wright hasta ahora había demostrado varias cosas: que era un director muy cinéfilo y que manejaba la comedia como pocos actualmente, ahí está la trilogía del Cornetto y Baby driver para demostrarlo. En Última noche en el Soho mantiene su cinefilia y abandona casi totalmente el tono cómico, y el resultado es muy bueno.
Es mejor no desvelar nada de la enrevesada trama con tintes fantásticos y narrada en dos tiempos que se complementan y no lo voy a hacer, algunos la considerarán tramposa, pero a mí me encantan las trampas siendo admirador de de Palma y Argento, y el filme bebe de los dos, además el giro sorpresa me pilló desprevenido, y no es fácil para mí que me los huelo casi todos. La historia me parece claramente el clásico cuento de Caperucita y el lobo en el bosque del Soho, le delatan su obsesión por vestir en más de alguna ocasión a sus protagonistas en algún tono rojo y la presencia de una abuela en la época moderna. Es rocambolesca, muy divertida en todos sus homenajes (sin tener un solo gag) y tiene un gran reparto: Thomasin Mckenzie,, Anna Taylor-Joy, Matt Smith, y siguiendo el homenaje a los años 60 tres supervivientes en el momento del rodaje del cine británico de los 60: Rita Tushingam, Terence Stamp y Diana Rigg (fue su último papel, el filme comienza con una dedicatoria a Diana). Muy recomendable.
Nota sobre 10: 8
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