1974 fue sin duda el mejor año de la carrera de Mel Brooks, al gran éxito de crítica y público de El jovencito Frankenstein hay que añadir que Sillas de montar calientes se convirtió en la película más taquillera del año en USA, superando por sorpresa a pesos pesados como El coloso en llamas, Terremoto, El padrino II y Chinatown.
Vista ayer, me sigue siendo divertidísima, puedo entender a los que no les gusta Mel Brooks, pero sigo admirando su magistral uso del gag (de brocha gorda, pero magistral, inolvidable la escatológica escena de las judías), del sentido del ritmo y su magnífica dirección de actores, Cleavon Little está muy bien como el sheriff a la fuerza negro, bien acompañado por Gene Wilder, Slim Pickers, John Hillerman, Alex Karras, John Hillerman y Alex Karras, pero quien se llevan la palma es el televisivo Harvey Korman como histriónico villano Hedley Lamarr (dicen que a Heddy Lamarr no le sentó nada bien el chiste) y la genial Madeline Kahn y su memorable número musical que le supuso una nominación al Oscar.
Lo más destacado de la banda sonora de John Morris son las divertidas canciones, especialmente la de los títulos de crédito (nominada al Oscar) y la interpretada por Kahn I'm tired (ella estaría cansada, pero yo no me aburro de admirarla). Cualquiera de las dos merecía el Oscar, pero se lo llevó la canción de El coloso en llamas, que para mí es lo peor del filme.
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