A partir de Ocho y medio, Fellini abandona casi por completo el realismo, sus películas son cada vez más oníricas y delirantes en el mejor sentido de la palabra. No siempre cuentan con el favor de la crítica pero varias de ellas son magníficas.
Una de las más famosas es el Satiricón. Inspirada libremente en los textos de Petronio, no es una película fácil, es de las más libres y más extrañas de esta parte de su filmografía (algunos le ven influencia de Jodorovsky, pero aquí aquí no tengo claro quién ha influido a quién), pero esa extrañez es la que me la hace hipnótica y maravillosa. Tuvo división de opiniones en su estreno y sigue siendo una de las más controvertidas del maestro.
Es también una de las más extrañas composiciones de Nino Rota, cuesta reconocer al autor de La strada, Ocho y medio o El padrino en esta aparentemente caótica mezcla de ritmos tribales, música electrónica y atonal. A mí me parece muy buena, pero no es para el paladar de todos.
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