Y siguiendo con provocadores, probablemente el escritor más provocador de la historia es Donatien Alphonse François de Sade. Denostado por unos y admirado por otros, no ha dejado indiferente a nadie con Justine y otras novelas, y ha dado lugar a la palabra sadismo como término peyorativo y siniestro, pero desde luego no encuentro calificativo a sus últimos años en un manicomio, privado de libertad y en condiciones dantescas, ningún ser humano por pervertido o perverso que pueda ser merece un trato así
Quills probablemente exagera las condiciones de aquel manicomio (casi diría que mejor pasarse en la denuncia a un sitio como un manicomio que quedarse corto) se dice que tiene bastantes inexactitudes históricas. Es un filme tan excesivo y exagerado como debió ser Sade, pero muy notable, para mí el mejor filme del irregular director Philip Kaufman tras La invasión de los ultracuerpos. Basa toda su fuerza en el talento histriónico de Geoffrey Rush, bien secundado por Michael Caine, Kate Winslet y Joaquín Phoenix y tiene grandes escenas en el demoledor descenso a los infiernos del escritor.
Una de las grandes bazas del filmes es la estupenda banda sonora del británico Stephen Warbeck, para mí mejor que Shakespeare enamorado, el filme por el que ganó el Oscar.
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