Tras el estrepitoso fracaso de Piratas, Polanski rodó con Harrison Ford Frenético en París por cuestiones obvias. El resultado es una obra menor en la filmografía del maestro, aunque notable, un homenaje a las películas de Hitchcock, en el que un médico trata de encontrar a su mujer, desaparecida sin explicaciones al llegar al hotel. Ford está muy bien, Betty Buckley interpreta a su esposa, y en el tercer papel importante está Emmannuelle Seigner, a partir de entonces pareja y musa de Polanski. La película tuvo un éxito relativo tirando a fracaso, especialmente en USA.
La banda corre a cargo de Ennio Morricone, es excelente aunque no esté entre sus obras maestras, el tema principal es muy bello.
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