Desde los años 70, Paul Veroeven ha sido siempre el director más provocador y ácido, le hayan salido mejor o peor sus filmes nunca ha dejado indiferente, y no va a cambiar en lo que le quede de carrera, a sus 83 años Benedetta le muestra en plena forma.
Si las obsesiones del holandés siempre han sido el sexo, la sangre y la crítica al poder, en Benedetta muestra sin tapujos el sexo y la sátira sobre el poder eclesiástico, el de la curia y el monacal, salvo la novicia enamorada de la monja aquí no se salva nadie de la quema, todos son en una manera u otra unos trepas. Pone toda la carne en el asador y consigue un filme caústico, muy divertido, muy pasado de rosca en el sexo, y blasfemo para los religiosos, el uso de un instrumento erótico tiene tela. Destacan en el reparto. Virginie Efira, Charlotte Rampling, Lambert Wilson y la para mí desconocida Daphne Patakia. Aún prefiiendo otros filmes de Verhoeven (quizás le sobren algunos minutos), me parece una película más que notable.
Nota sobre 10:8
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