La filmografía del director británico Adrian Lyne se ha caracterizado casi siempre por el erotismo fino y el uso del lenguaje publicitario y el videoclip, lógico lo primero en un director proveniente de la publicidad. Con resultados mejores o peores, Flashdance, 9 semanas y media, Atracción fatal, Una proposición indecente, Lolita, Infiel y Aguas profundas dan buena muestra de su estilo.
La excepción es La escalera de Jacob. Con guión del autor de Ghost, Lyne hizo un inquietante filme sobre las alucinaciones y delirios que sufre un veterano de Vietnam. En su momento no me convenció salvo la interpretación de Tim Robbins, especialmente en un final que me pareció discutible y que luego sería imitado en más de una película, pero creo que ha ganado con el tiempo y tiene mucha fuerza, me parece el mejor filme de su muy irregular director. Acompañaron a Robbins Elizabeth Peña. Danny Aiello y Macaulay Culkin justo antes de convertirse en estrella infantil con Solo en casa.
La banda sonora corre a cargo de Maurice Jarre. Me parece inquietante y muy notable, aunque en esta época el maestro era bastante discutido.
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