Creo que ya lo he dicho alguna vez: Ciudadano Kane es una obra maestra, pero no me parece la mejor película de todos los tiempos como durante mucho tiempo se ha dicho. Creo que hay un buen puñado de películas que la superan en logros y en importancia histórica: Vértigo, Encadenados, Psicosis, Roma ciudad abierta, Paisá, Alemania año cero, Lawrence de Arabia, La strada, Cantando bajo la lluvia, Centauros del desierto, El hombre que mató a Libertad Valance, Ordet, Los siete samurais, Dersu Urzala, y 2001 entre otras están por encima en mi opinión del primer largometraje de Orson Welles. E incluso dentro de la filmografía de Welles prefiero lo que dejaron en la sala de montaje de El cuarto mandamiento, Sed de mal, Campanadas a medianoche y Fraude.
Pero que le discuta el podium de la crítica no implica que no la considere una obra maestra. Welles mostró todo su descomunal talento en esta biografía encubierta de William Randolph Hears, donde un periodista (William Alland) investiga qué quiso decir el magnate Kane con su misterioso Rosebud en el momento de su muerte, a través de las personas que lo conocieron. Tiene un formidable guión de Welles y Herman J. Mankiewicz, justo ganador de Oscar, un gran reparto y con grandes escenas para el recuerdo, especialmente el arranque con la bola de cristal.
Orson Welles no fue el único que debutó en el cine en Ciudadano Kane, también lo hizo el genial Bernard Herrmann, formidable debut sin duda con una banda sonora maravillosa.
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