Cuando se estrenó Alien 3 en 1992, pocos pudieron intuir que su debutante director David Fincher se iba a convertir en uno de los cineastas estadounidenses más importantes de las últimas décadas. El recibimiento al filme fue frío, muchos fans de la saga no acabaron de entender el tono más deprimente, aquella historia del planeta prisión y no acabaron de aceptar el demoledor final. Vista con el tiempo, puede pecar de irregular y de estar algún peldaño por debajo de las dos primeras, pero me parece un filme notable, con potentes escenas como el encuentro cara a cara entre Ripley y el Alien, la persecución por los pasillos y el tremendo final. Es desde luego mucho mejor que las posteriores entregas de la saga, incluidas las dos precuelas de Ridley Scott.
Tiene una gran banda sonora de Elliot Goldenthal, muy inquietante y digna sucesora de los trabajos de Goldsmith y Horner en las primeras entregas.
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