Parecía pasto de los haters, que hasta pusieron el grito en el cielo viendo a un cerdo trepamuros (ignorando que el personaje nació en 1983, mucho años antes de la coña de Homer Simpson con el Spider-cerdo), pero una vez estrenada ha sido una sorpresa tal que algunos la califican de mejor filme de animación del año. Creo que siendo superiores Isla de perros y Los increibles 2, este acercamiento a algunas de las otras encarnaciones de Spider-man (desde Miles Morales a Peter Pork, aunque aparentemente falta una de las más famosas) y sus enemigos tiene una animación portentosa, muy psicodélica en algunos momentos y muy cercana al comic con esa textura en forma de trama. Y tiene a un Miles Morales encantador y se le hace justicia a un villano mítico maltratado la otra vez que lo vimos en una película. Muy recomendable, y ojo a las sorpresas poscréditos: el recuerdo a Stan Lee era más que anunciado, pero algunos habían olvidado de que el otro padre del trepamuros (Steve Ditko) también nos dejó este 2018, el doble homenaje final es muy cariñoso; la secuencia final es muy divertida, ya comenté antes que como mínimo nos faltaba un Spider-man muy famoso...
Nota sobre 10: 9
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