En ocasiones veo déjà vus, podría titular esta crítica. Dos Robin Hoods llegaron en 1991 y dos llegan en principio en 2018-2019, salvo que el otro que he encontrado anunciado en IMDB y Filmaffinity, titulado Robin Hood the rebellion, se quede por el camino. En fin, viva la originalidad y la oportunidad.
El que nos ocupa, el protagonizado por Taron Egerton es uno de los mayores fracasos comerciales del año en USA y no me extraña. Soporífero batiburrillo de películas y series anteriores (encuentro el Robin Hood de Kevin Costner, Juego de tronos, Assassin´s creed, Star wars, El zorro y hasta El francotirador de Clint Eastwood, y probablemente me dejo alguno), lleno de anacronismos sin sentido, larguísimo y con un protagonista que no parece haberse enterado de que esto no es Kingsman, un Jamie Foxx, histriónico, no, lo siguiente y un Jamie Dornan tan "buen actor" como en la trilogía de Grey. No la voy a poner quizás entre lo peor del año, porque hay algunas más delirantes, pero me parece una película muy mediocre, solo salvo una potente escena bélica en Arabia, dos excelentes villanos como Ben Mendelsohn y F. Murray Abraham y los magníficos títulos de crédito finales. El final prometía secuela, pero no creo que se atrevan visto el batacazo que se están pegando, espero que el otro Robin Hood esté mejor si llega a estrenarse.
Nota sobre 10: 3
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