Que me lo expliquen, dos películas españolas sobre asesinos en serie que se estrenan en dos semanas seguidas, y además con la misma actriz en ambas (Aura Garrido). No tengo nada en contra de que se hagan, pero no encuentro nada lógico que se estrenen con tan poco tiempo de diferencia, lo lógico es que alguna de las dos no funcione en taquilla, si es que funciona alguna.
Y a falta de ver cómo le ha ido al irregular Daniel Calparsoro con El silencio de la ciudad blanca, El asesino de los Caprichos es un desastre, y no precisamente de los que pintó Goya.
Gerardo Herrero es un gran productor, pero nunca ha sido un director destacable, cuando ha estado mejor (Desvio al paraiso, Territorio Comanche), nunca ha pasado de correcto. De las películas que he visto de él, creo que El asesino de los Caprichos es la peor que recuerdo. Guión flojo, inverosímil, con una trama que en ningún momento resulta atractiva y con un desarrollo previsible y tópico (aparte de que el asesino se ve venir quién es desde la primera escena en que aparece, lo que va a pasar me recuerda en exceso a una película muy premiada de hace pocos años, evidentemente no voy a desvelar cuál para no hacer spoiler). Mal dirigida además, carece de ritmo y ninguno de los actores está al nivel habitual, especialmente el asesino y la pareja protagonista. Muy floja, de lo peor del año.
Nota sobre 10: 1
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