El silencio de la ciudad blanca

Tal como dije la semana pasada, llegaba otro trhiller con asesino en serie y con Aura Garrido: El silencio de la ciudad blanca.

No es tan mala como El asesino de los caprichos, tiene un director competente en el género policiaco como Daniel Calparsoro que le da un ritmo bastante ágil, un buen reparto de actores más o menos secundarios que cumplen mejor o peor según el peso en la trama (en orden alfabético para no dar pistas: Ramón Barea, Alex Brendemuhl, Pedro Casablanc, Rubén Ochandiano, Manolo Solo) y un excelente actor como villano que saca petróleo de su delirante personaje, cuya identidad evidentemente no revelaré (aunque lo nombro en el artículo, siendo conocido quedaría raro dejarlo de lado). No aburre, a pesar de sus defectos, que no son pocos y por los que no puedo darle el aprobado al filme.

El principal, una trama rocambolesca digna del peor culebrón que no hay quien se pueda tomar en serio. Al no haber leido la novela, desconozco la fidelidad a la misma, el caso es que tal como está en la película no entiendo el éxito del libro y menos que se haya convertido en una trilogía literaria, quiere homenajear en muchos momentos a El dragón rojo (más que a Seven, como se ha dicho) y se queda muy lejos.

No tan gordo, pero también grave, el trio protagonista. No es que las interpretaciones de Javier Rey, Belén Rueda y Aura Garrido sean muy malas, pero no ayuda que sean personajes muy planos, esquemáticos y casi carentes de interés, no son convincentes.

Por todo lo dicho, película discreta para pasar el rato.

Nota sobre 10: 4