Tenía a Steven Knight como un director y competente hasta que llegó esta chorrada llamada Serenity. Es una pena que no pueda hacer spoilers, porque lo merecería el sinsentido que es este guión, que arranca como una tópica historia de cine negro hasta que a Knight se le va la olla y se transforma en una historia absurda y que no hay por donde cogerla. Una de las peores películas del año y la demostración de que la buena racha de Matthew McConaughey fue algo pasajero, está volviendo peligrosamente a las andadas de no saber escoger buenos guiones.
Nota sobre 10: 0
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