Extraño caso el de la directora Annabel Jankel, cocreadora en los 80 del icónico personaje televisivo Max Headroom: el fiasco comercial y artístico de Super Mario Bros en 1993 la hizo desaparecer del mapa cinematográfico a ella y a su marido Rocky Morton, no había vuelto a dirigir cine ninguno de los dos hasta El secreto de las abejas que ha dirigido Jankel.
El resultado es irregular. Este drama lésbico basado en una novela de la actriz y escritora Fiona Shaw (la tia de Harry Potter en la saga del mago) tiene una parte interesante mientras se desarrolla el romance, pero se hunde en la parte final, por culpa de pasarse tres pueblos con una escena muy bestia que afecta a varios actores secundarios, y por culpa de un climax final que pretende ser mágico y acaba siendo ridículo. Lo mejor, la actuación de Holiday Granger y el niño Gregor Selkirk, simplemente correcta.
Nota sobre 10: 5
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